La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha asegurado que la senda de normalización de la política monetaria de la institución "aún no ha terminado", señalando que, tanto el ritmo como la magnitud de la subidas de los tipos de interés se determinará reunión a reunión en función de los datos disponibles y que se tendrá en cuenta el riesgo de recesión.
"¿Hemos terminado nuestra normalización? No", ha afirmado la francesa para dejar claro que "habrá más subidas de tipos en el futuro", aunque el ritmo de estas subidas, así como su magnitud y el nivel de los tipos de interés "será determinado sobre la base de los datos y reunión a reunión".
A pesar de este enfoque de 'reunión a reunión', adoptado por el Consejo de Gobierno, la presidenta del BCE ha reconocido que puede ser necesario subir los tipos "en varias reuniones", ya que, a pesar de los progresos realizados en la normalización de la política monetaria con las tres subidas de tipos consecutivas adoptadas, "aún falta terreno por recorrer".
En este sentido, Lagarde ha explicado que el Consejo de Gobierno tendrá en cuenta tres factores, señalando en primer lugar la perspectiva de inflación, incluyendo la evolución de la economía y la probabilidad de una recesión en la zona euro, así como, en segundo lugar, las medidas adoptadas hasta la fecha por la institución y en tercer lugar el decalaje en la transmisión de la política monetaria.
A este respecto, ha advertido de que es probable que la actividad económica en la zona del euro se haya desacelerado significativamente en el tercer trimestre del año y se prevé un mayor debilitamiento en el resto de 2022 y principios del próximo año, advirtiendo de que, si bien los indicadores a corto plazo sugieren que todavía se estaban creando puestos de trabajo, "el debilitamiento de la economía podría conducir a un desempleo algo mayor en el futuro".
"Tenemos que hacer lo que tenemos que hacer. Nuestro mandato es la estabilidad de precios", ha asegurado Lagarde en respuesta a las críticas vertidas por algunos líderes políticos recientemente. "¿Eso quiere decir que somos ajenos al riesgo de recesión? Obviamente no", ha reconocido, aunque ha recomendado también a los gobiernos que las medidas de apoyo fiscal para proteger a la economía del impacto de los altos precios de la energía deben ser temporales y dirigidas a los más vulnerables.
Lo que sí ha confirmado Lagarde es que los principios sobre la reducción del balance del BCE se discutirán y se decidirán en la reunión del próximo mes de diciembre con antelación a cualquier implementación.