La reforma de las instalaciones del BAKH ya tiene el plácet del Gobierno Vasco, cuyos rectores publicaron en el Boletín Oficial del territorio (BOPV) su disposición al respecto. Este visto bueno, sin embargo, llega con matices, ya que el propietario del complejo sociodeportivo, el grupo Alavés-Baskonia, deberá ejecutar el proyecto con una serie de salvaguardas. El motivo no es otro que las instalaciones se ubican en la zona periférica de protección ZEC Salburua, colindante al humedal igualmente incluido en la lista de protección Ramsar.
El informe, que lleva la firma del director de Calidad Ambiental y Economía Circular del ejecutivo autonómico, Javier Agirre, alerta de que los “principales impactos” de este proyecto se producirán durante la fase de obras y tras la ejecución de las mismas, especialmente por un posible aumento de la contaminación lumínica y acústica en un espacio tan sensible desde el punto de vista ambiental. Y advierte también de “posibles problemas” derivados de una de las principales novedades que contempla el plan, la construcción de una nueva piscina exterior. Según alerta Agirre, la pileta “deberá descartarse” si los trabajos a realizar no garantizan la indemnidad del acuífero situado en el subsuelo de las instalaciones.
Según se recoge en la documentación presentada por el grupo Alavés-Baskonia y que ha servido al Gobierno Vasco para elaborar el informe de impacto ambiental, el objeto del proyecto pasa por “renovar y potenciar” determinados espacios clave en la línea de explotación de las instalaciones, con actuaciones tanto en el interior como en el exterior del BAKH.
Actuaciones previstas
En concreto, el proyecto contempla la reforma interior del complejo, una nueva edificación de una planta destinada a vestuarios y a un espacio para fitness, la modificación del punto de acceso a las instalaciones y el traslado del bar-restaurante a una nueva ubicación. Tras las obras, el espacio hostelero ocupará una planta y una superficie total de 606,56 metros cuadrados.
El proyecto contempla igualmente el cubrimiento de las pistas de pádel y la construcción de una pequeña grada, la eliminación de las actuales pistas de tenis y baloncesto, la construcción de un campo de fútbol 7 y de una cancha de baloncesto.
La reforma servirá también para eliminar los taludes existentes, una actuación que permitirá aumentar el espacio destinado a zonas verdes, y el complejo tendrá además un nuevo merendero con aseos. El proyecto especifica que el cierre perimetral del BAKH, el vial de mantenimiento y los accesos a la parcela no se modificarán con la ampliación.
Se estima que las obras en el exterior del complejo sociodeportivo tendrán una duración de seis meses y las del interior, de un total de 18.
Lakua remarca en su informe de impacto que, dadas la naturaleza y las características del proyecto, los impactos “más significativos” en la fase de obras podrían ser las emisiones, tanto lumínicas como de partículas y de ruido, así como las molestias a la fauna. Por ello, recuerda que la actividad en la obra “deberá limitarse todo lo posible a las horas diurnas”. El Gobierno Vasco advierte también de la posible contaminación de las aguas subterráneas por derrames accidentales.
Asimismo, Lakua avisa de que, ya durante la fase de explotación, la contaminación lumínica puede suponer un impacto “significativo”, por lo que apunta a que “será necesaria la implantación de medidas que disminuyan las consecuencias” de dicho impacto lumínico. Una de ellas es que las instalaciones deberán disponer de fuentes de iluminación de baja intensidad y que proyecten la menor cantidad de luz posible hacia el exterior.
En relación a la nueva piscina exterior proyectada, el informe subraya que la construcción del vaso “únicamente se llevará a cabo si tras la realización de los estudios necesarios se descarta por completo una posible afección al acuífero”. En caso de “dudas o de afección significativa”, esta actuación no podrá llevarse a cabo.
Informe de la Diputación
El Gobierno Vasco recuerda que el proyecto deberá contar también con las preceptivas autorizaciones de los distintos organismos competentes en el entorno, entre ellos un informe favorable del órgano gestor del espacio natural ZEC Salburua.
Por ello, el promotor deberá presentar ante el departamento foral de Medio Ambiente antes de iniciar las obras un documento con el detalle de las actuaciones a desarrollar y las medidas preventivas para eliminar o mitigar los posibles efectos sobre los elementos clave de Salburua.