Como en la fábula de la cigarra y la hormiga, cuando vienen mal dadas es deseable preparar el terreno para capear un invierno especialmente crudo. Y ante la coyuntura adversa que asoma en el horizonte cercano como consecuencia de la guerra en Ucrania, Euskadi parte en situación de desventaja, lo que urge a adoptar medidas de hondo calado y largo recorrido. En concreto, el ya acuñado “pacto energético” que la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, reivindicó ayer al margen del partido que gobierne e independientemente del calendario electoral.
El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, lo puso negro sobre blanco el pasado viernes: “Somos un país energéticamente dependiente como pocos”, aseguró en el inicio del curso político del PNV en Zarautz. Por ese motivo, se hace necesario repartir los huevos en diferentes cestas, lo que el dirigente jeltzale tradujo reclamando “que Euskadi camine hacia la autosuficiencia energética”. Ello pasa a su vez por una apuesta seria por las fuentes de energía alternativas y renovables. Según afirmó Tapia en Radio Euskadi, “si de verdad creemos que tenemos que transformar todo el sector energético”, hay que pasar “a producir energía de otra manera, renovables, utilizar el hidrógeno, biocombustibles...”. Y ver “cómo lo vamos a hacer”, lo que “pasa por un gran pacto”.
Abundó en que “esto debe ser un tema de futuro en Euskadi”, por lo que “deberíamos poderlo hacer porque va mas allá de quién va a gobernar”. “Gobierne quien gobierne en los próximos años en las distintas administraciones, el tema energético va a ser clave, la transición energética está aquí, para 2050 tenemos que ser neutros en emisiones de CO₂ y eso significa tomar muchas medidas, sea año electoral o no”, dijo.
En su intervención del viernes, Ortuzar interpeló directamente a EH Bildu para que se sume a “un acuerdo en serio” sobre esta cuestión. En concreto, instó a esta formación a definirse, ya que defender las energías verdes y rechazar después la instalación de parques eólicos carece de sentido, vino a decir.
Sin citar expresamente a la coalición abertzale, Arantxa Tapia fue en la misma dirección al afirmar ayer que “además de hablar de producir energías renovables tenemos que dedicarnos a implantarlas y utilizarlas”. “No es suficiente con que lo hagan otras comunidades y que nosotros compremos esa energía. Tenemos que tener unos mínimos de producción”, añadió. Concluyó que, “igual que con los suministros”, se hacen necesarios “unos mínimos de producción que permitan continuar trabajando con las energías renovables desde Euskadi”.
“Retos colosales”
El mismo viernes, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, no entró al fondo de este asunto y defendió en un acto en Gasteiz que “el mejor plan de contingencia es parar la guerra”. Una posición genérica que salpicó con críticas a “las élites económicas y políticas” que, según su interpretación, “han decidido alargar la guerra por su propio interés”.
Ayer, en cambio, bajó al terreno de lo concreto ante la dimensión del desafío y la expectativa de alcanzar un nuevo gran acuerdo en Euskadi relacionado con la energía, tras el pacto educativo que lograron en marzo el PNV, PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos.
“Los retos son tan colosales que deberíamos ser capaces de alcanzar pactos de Estado en Euskal Herria, no solo con el PNV sino con todos los partidos posibles, con sindicatos y universidades, y para ello estamos dispuestos”, aseguró Otegi en Euskadi Irratia. Recordó que el relacionado con la educación “se pudo hacer” y ahora faltan “muchos pactos de Estado” en asuntos como la energía, la soberanía alimentaria, el modelo policial o el euskera.
Afirmó por ello que EH Bildu está dispuesta a lograr un pacto energético y desplegó la hoja de ruta que debería seguir el mismo: realizarlo “desde el punto de vista nacional y estratégico”, elaborar “un estudio serio y riguroso en torno a nuestra independencia energética” y, por último, “que no sea un objetivo para una legislatura o curso político”, ya que “requerirá de unos años”.
Planteó además dos condiciones para este pacto por la energía. En primer lugar, que la transición energética “no se puede hacer al amparo de los intereses de dos multinacionales como Petronor e Iberdrola, porque eso supondría que nosotros ponemos la tierra y ellos hacen negocio”. Defendió a su vez “la participación de la gente, haciéndoles cómplices e implicándolos”.
Otegi dijo que “el tiempo de las medidas paliativas está por concluir” y defendió la aplicación de “medidas estructurales”. Adelantó que EH Bildu presentará en breve “un decálogo para construir en este país un pacto por el bienestar”, y citó la necesidad de intervenir los mercados inmobiliario y energético y de realizar una reforma fiscal “muy urgente para repartir la riqueza”.
Conferencia sectorial
En su intervención radiofónica, Arantxa Tapia dijo esperar que las medidas incluidas en el Plan de Contingencia Energética de Euskadi, que fue remitido a Moncloa el 31 de agosto, sean “consideradas positivamente”. Señaló que las comunidades saben “dónde están los lugares donde se puede ahorrar más gas”, en el caso vasco el sector industrial, y avanzó que mañana se celebrará una conferencia sectorial en la se abordará este asunto, a la que seguirá su comparecencia en comisión el día 14. l