La próxima pretemporada de la Real será diferente. Los partidos tradicionales en Inglaterra, Países Bajos o Alemania, que en muchos casos se resuelven con viajes en el día, habrá que cambiarlos o habrá que sumarles un torneo amistoso auspiciado por LaLiga en Estados Unidos y México. El crecimiento de la entidad de Anoeta no solo se palpa en el ámbito deportivo (terceros en Liga entrado febrero y exenta por primera vez el play-off de la Europa League), sino que se trata de una marca atractiva que el próximo verano se irá de gira por primera vez desde 2016. Según adelanta la Cope, el equipo realista en un torneo a caballo entre ambos países y en el que Atlético de Madrid, el Sevilla FC y el Real Betis forman parte del cartel.
LaLiga, sin rutilantes estrellas que cojan el relevo de Leo Messi o Cristiano Ronaldo, ha dejado de ser la gran vanguardia del fútbol mundial que era hace pocos años, pero buena parte de los clubes punteros del campeonato liguero mantienen un excelente cartel en el exterior. Es el caso de la Real, que conformará un cartel de lujo en el torneo que se disputará entre finales de julio y comienzos de agosto en distintas ciudades de ambos países norteamericanos. Dos partidos tienen, según lo publicado, sede: el Atlético-Sevilla se jugará en San Francisco, mientras que el derbi sevillano lo acogerá México DF. Por el momento, no han trascendido los detalles de los compromisos del equipo de Imanol Alguacil.
Siete años y una pandemia después, la entidad que preside Jokin Aperribay cruzará el Atlántico. En 2016 lo hizo a final de temporada y en el marco del programa LFP World Challenge, donde el equipo dirigido por Eusebio Sacristán disputó dos bolos descafeinados contra San José Earthquakes (derrota por 2-1) y contra Houston Dynamo (victoria a penaltis).
Uno de los precedentes más sonados en este tipo de giras fue, por exótica y por lo que suponía de novedad, la Peace Cup que llevó a la Real a Corea del Sur en verano de 2005. Organizada por la Fundación de fútbol Sun Moon para la Paz entre 2003 y 2012, en aquella segunda edición contó con Olympique de Lyon, PSV, el Once Caldas colombiano y el surcoreano Seongnam Ilhwa Chunma en el grupo A; mientras que junto con la Real, en el B quedaron Boca Juniors, Tottenham y el sudafricano Mamelodi Sundowns.
En tres partidos disputados en Daejeon, Busan y Ulsan, la Real solo pudo lograr dos empates, tras empezar perdiendo contra el equipo africano. Una igualada a cero contra argentinos y el gol de Óscar de Paula para contrarrestar el de Bojas para los spurs.
EEUU, destino de garantías
En esta ocasión, ni el destino ni los rivales serán exóticos. La Real, que cuenta con distintas alianzas formativas tanto en Estados Unidos como en México, se sumará de esta manera a dos entidades clásicas, junto a Real Madrid y Barcelona, en este tipo de lides. El Atlético ha sido un habitual del país norteamericano, sobre todo, antes de la crisis sanitaria. Lejos de las giras asiáticas de comienzos de siglo, por momento caóticas y poco propicias para un trabajo de pretemporada que cumpliera con unos mínimos, el país estadounidense se perfiló como uno de los destinos que con mayor garantía combinaba en la medida de lo posible la preparación de la temporada y todo el aspecto comercial.
El otro equipo habitual en este tipo de lides ha sido el Sevilla, que en las últimas temporadas ha visitado China, Japón, Indonesia, Malasia y Corea del Sur. No ha llegado a tener tanto éxito con los tours por Norteamérica: en 2019 jugó en verano contra Dallas y Liverpool (en Boston), pero después se le cayeron las dos giras programadas en sendos parones internacionales.
Aquel mismo año, para terminar la temporada 2018/2019 como hizo la Real tres años antes, el Betis voló a Estados Unidos para jugar contra el DC United en Washington DC y contra el Chattanooga FC en Tennessee.