Lamia, productos ecológicos para todo tipo de pieles con ADN alavés

A la formuladora de cosmética ecológica Maite García de Cortázar siempre le han interesado mucho las plantas medicinales y sus usos. Por eso, cuando descubrió este tipo de fabricación natural, encontró su pasión. “Creo que fue una mezcla de necesidad (por mi propia piel sensible) y lo fascinante que me pareció este mundo lo que me llevó a decidir formarme en esto”, explica.

García empezó a estudiar formulación cosmética hace unos once años. Los primeros tres se dedicó a asentar las bases, pero desde ese momento, considera que ha sido “un no parar de estudiar e investigar”. “¡Creo que cada día aprendo cosas nuevas!”, enfatiza la creadora. Además, comenta que suele invertir un año aproximadamente en cada una de sus creaciones, pues entre el proceso de elaboración en sí y toda la fase de pruebas de laboratorio necesarias para sacar un cosmético al mercado, se necesita disponer de mucho tiempo.

Ingredientes de calidad

Respecto a los materiales, García comenta que en el caso de la cosmética ecológica certificada -y al mismo tiempo artesanal- el reto está en conseguir los ingredientes de calidad sostenibles que se quieren elegir. Además, es importante adquirirlos en cantidades con las que se pueda trabajar, teniendo en cuenta cantidades industriales, caducidades...

Su tienda física se encuentra en Manurga, Álava. Cedida

‘Organics Clean Awards’

El mayor orgullo de Maite García, sin duda alguna son sus creaciones. “Podría hablarte de los productos concretos, que -la verdad- al ser mis creaciones son como mis hijos...”, comenta. No obstante, y por englobar más, algo de lo que está verdaderamente orgullosa es de los premios que ha recibido Lamia. Este año, por ejemplo, recibió el Premio a la Mejor Marca Certificada Nacional por los Organics Clean Awards.

En consideración de Maite García, este ámbito de la cosmética es un gremio complicado pero asegura a las personas que es posible, a pesar de la dificultad de creación de los productos cosméticos en sí y de que hay que cumplir con los requisitos de sanidad necesarios. Por eso, esta formuladora residente en Álava recomienda que es importante informarse bien, armarse de paciencia y buscar ayuda para los temas más técnicos con la intención de no quemarnos antes de tiempo.

Aunque le hubiese venido bien saber tantas cosas que ni siquiera puede resumirlas aquí, Maite García declara que se encuentra en un momento muy bonito de su vida. Entre la apertura de su taller-laboratorio y su “tiendita” ubicada en Azpilaga Kalea, número 8 de Manurga, encara el futuro llena de ilusión y con ganas de seguir trabajando y creando.

Lamia Biocosmética está certificada para pieles sensibles y reactivas. Cedida

Maite García: “Los seguidores que tenemos no definen nuestro éxito”

La creadora de Lamia Biocosmética considera que encontraría alternativas a las redes sociales para su marca

En el caso concreto de Maite García, la creadora considera que las redes sociales le han ayudado a dar a conocer a Lamia Biocosmética. “Sobre todo, teniendo en cuenta que estoy en Manurga, un pueblecito de unos 50 habitantes”, puntualiza. Por eso, cree que las redes son una ventana que pueden ayudarle a que más gente conozca a su marca.

Si tuviera que vivir un día a día sin ellas, esta formuladora de cosmética natural supone que su negocio funcionaría de maneras diferentes, aunque de todas formas, considera que encontraría otros métodos para dar a conocer Lamia. Por ejemplo, tal vez abriendo una tienda en Gasteiz.

Con unos 6.000 seguidores aproximadamente en redes, García piensa que “por suerte, los seguidores que tenemos no definen nuestro éxito”. Para ella, el éxito es poder vivir de lo que le apasiona, ayudar a otras personas a mejorar su relación con su piel sensible y tener tiempo para la familia y amigos. En su opinión, la clave está en encontrar un equilibrio entre todas estas cosas.