El periodista y víctima de un atentado de ETA, Gorka Landaburu, considera "positivo" el paso dado por el colectivo de presos de ETA (EPPK), que anunció ayer su intención de acabar con los recibimientos públicos a reclusos excarcelados. El EPPK se compromete a limitar las recepciones a actos "discretos" en "el ámbito privado", tal y como les reclamaban instituciones, partidos y colectivos como el Foro Social.
Entrevistado en Onda Vasca, Gorka Landaburu considera no obstante que es un paso que "llega tarde" y es "de sentido común" porque "eran inadmisibles los recibimientos con banderolas, pasacalles, txistus y tambor a quien sale de la cárcel tras haber cometido asesinato y haber pertenecido a una banda terrorista como ETA, que tanto daño nos ha hecho durante muchos años". Considera asimismo que, una vez desparecida ETA, la sociedad "no puede seguir analizando toda la vida, en 2021, cada paso que den los presos". "Que hagan el camino que tienen que hacer, que solucionen sus problemas", ha afirmado el periodista entrevistado por Txema Gutiérrez. Por último, reclama autocrítica a ese entorno y recuerda que "la Vía Nanclares sigue abierta para quien quiera salir de la cárcel".