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Lara Pascual: "Cada vez somos más las mujeres que accedemos a estos puestos"

Lara Pascual, directora financiera de TAAV, junto a parte de su equipo.

Lara Pascual (Irun, 1987) forma parte de esa nueva generación de directivas del ámbito empresarial. A sus 35 años, es la directora financiera de TAAV, una compañía del sector biofarmacéutico ubicada en Donostia. Se reconoce afortunada por no haberse topado piedras en el camino hacia un puesto de responsabilidad, si bien es consciente de que “no todas han corrido la misma suerte que yo”, por lo que “todavía creo que queda mucho que mejorar”, señala en conversación con NOTICIAS DE GIPUZKOA.

Pero, ¿cuál es la función de una directora financiera? “Mi labor es liderar el Departamento de Administración, Finanzas y Recursos Humanos”, explica; un departamento que se encarga de “dar soporte a la empresa, entre otras cosas, trabajando los datos que nos permiten identificar si vamos por el camino previsto o si, por el contrario, tenemos que tomar medidas”. Está al frente de un equipo formado por ocho mujeres y, aunque esta composición no fue “algo premeditado”, manifiesta estar “muy orgullosa” del grupo de trabajo formado.

Al ser una función con una fuerte implicación económica, se puede llegar a pensar que los puestos de responsabilidad están copados por hombres, pero Pascual afirma que las áreas que engloba cuentan “con una gran presencia femenina; en la universidad, el 60-70% de los alumnos éramos mujeres”. Y parece que eso se refleja también en el liderazgo, ya que subraya que “puedo decir, con gran satisfacción, que no he encontrado obstáculos asociados a mi sexo” en su camino; “he trabajado duro, pero pienso que como cualquier otra persona que llega a un puesto” semejante, además que agradece haber “tenido la fortuna de cruzarme con personas, tanto hombres como mujeres, que me han ayudado a llegar donde estoy”.

Respecto a situaciones machistas, reconoce que “como todas, a lo largo de mi carrera he sufrido algún trato discriminatorio”. En este aspecto, considera que el principal problema que sufren las mujeres en el ámbito laboral sucede “en los procesos de selección. Creo que, cuando se va a cubrir una vacante, en según que empresas, el hecho de contratar a mujeres en edad fértil es algo que se evita”. No fue su caso en TAAV, pero conoce a “mujeres en mi entorno” con “situaciones muy similares” y es algo “que me parece bastante grave”.

¿Considera que el liderazgo cambia dependiendo de si está en manos de un hombre o una mujer? No lo tiene claro. “No sé decir si mi forma de liderar es como es por el hecho de ser mujer” o si está marcada “por mi edad”, pero la considera “cercana” y basada “en la empatía y la comunicación; creo que esto es fundamental. Somos un equipo y, para que todos den lo mejor de sí mismos, el líder tiene que empezar por uno mismo, tiene que ser siempre el ejemplo a seguir”.

Con la carga de trabajo en un puesto de sus características, confiesa que la conciliación entre la vida personal y la profesional es “muy complicada”, si bien precisa no cree que “dependa tanto de las empresas sino, por un lado, mucho de los horarios, en este caso, de la pareja. Pero, partiendo de la base de que trabajamos ocho horas”, una fórmula que, recuerda, se implantó cuando el hombre trabajaba fuera de casa y la mujer se encargaba de lleno y únicamente de las tareas del hogar, “creo que es una materia en la que suspendemos”. “Esto implica que, a día de hoy, vivimos a un ritmo que no es sostenible y eso, a largo plazo, nos va a pasar factura”, apunta.

Tanto éste como otros temas relacionados con la igualdad para las mujeres en la empresa requieren de ayudas e iniciativas, tanto públicas como de la propia compañía. A nivel interno, “las empresas somos responsables de otorgar esa igualdad, este acceso a poder conciliar la vida personal y la laboral”; en este sentido, pone como ejemplo a TAAV, una empresa con el 74% de la plantilla femenina y el 64% de puestos de responsabilidad copados por mujeres, con Dolores Baksh al frente y donde, previamente, el director de Operaciones, Alfredo Martínez, “se encargó de construir una empresa que otorga igualdad de condiciones para hombres y mujeres y que da especial importancia a la conciliación”.

Sin embargo, opina que la iniciativa privada no es suficiente y que las instituciones deben ofrecer su apoyo; por ejemplo, a la hora de “fomentar el acceso a ayudas a las empresas que cuenten con trabajadores con bajas de maternidad o paternidad”, para que estas compañías “no vean esto como algo negativo” y se vean “compensadas, de alguna forma, por la ausencia de ese trabajador esencial en un período tan prolongado”.

Por otro lado, quiere poner el foco en un aspecto “que me parece muy, muy importante” y que “no podemos pasar por alto”, como es la brecha salarial. Y es que “a día de hoy, sigue habiendo grandes diferencias salariales entre hombres y mujeres en los mismos puestos. Considero que esto es inconcebible; en TAAV, desde el principio se ha trabajado para que esto no suceda”. En teoría, la legislación prohibe esta diferencia, pero, en la práctica, confirma que sigue sucediendo. “Desde las instituciones debería existir un control para que esto no tenga lugar”, sentencia.

El techo de cristal presente en el mundo laboral, ese 6% de puestos de gerencia que están ocupados por mujeres en la CAV, cree que es “sobre todo, algo heredado”. “A día de hoy, cada vez somos más las que tenemos más y mejor acceso, o que estamos más y mejor formadas. Con lo cual, entiendo que, en el corto y medio plazo, va a ir cambiando”. Pone como ejemplo su caso personal, en el que no ha sentido la existencia de ese techo y, por tanto, la necesidad de romperlo. “En el futuro, va a ir cambiando”.

Para este 8M, Pascual tiene una doble reivindicación. Por un lado, “igualdad de oportunidades, en el acceso a puestos de responsabilidad, para hombres y mujeres”; y, por otro lado, “como empresa del sector biofarmacéutico, animamos a todas las niñas y mujeres a tomar parte en esta industria y que, cada vez más, la ciencia tenga rostro de mujer”.

09/03/2023