SITUADO en el valle navarro de El Roncal, Larra–Aztaparreta constituye una extensa Reserva Natural que acoge una de las formaciones kársticas más extensas del continente europeo y ofrece unas vistas espectaculares desde gran altura. Por el contrario, en su interior se esconde un inmenso mar de rocas calizas y pinos negros que contienen hasta 3.000 simas en sus entrañas. Es un espacio con varios miradores y muy visitado tanto por montañeros como por esquiadores.
Larra–Aztaparreta, espacio situado en la puerta de acceso a las cumbres más altas del Pirineo navarro, es una de las formaciones kársticas más extensas de Europa. Su paisaje de rocas calizas salpicadas de pinos negros transmite una belleza singular y en su zona alta existe una intrincada red de galerías de más de 125 kilómetros con más de 3.000 simas y ríos subterráneos creados por la acción del agua durante el paso del tiempo y que resultan de alto interés para los espeleólogos. Entre sus simas más profundas destacan las de San Martín y la de las Puertas de Illamina.
Con sus 120 kilómetros cuadrados de extensión, constituye la mayor Reserva Natural de Nafarroa y combina en su paisaje espectacular las grandes formaciones de rocas con numerosos pinos negros en su zona superior con grandes superfices de pastizales de montaña. El macizo navarro de Larra se eleva hasta más de 2.000 metros de altura y su parte superior es relativamente plana, por lo que permite disfrutar a los visitantes de unas vistas privilegiadas de todo su entorno. Su punto culminante es el pico de Anie, de 2.500 metros de altitud.
Dos zonas diferenciadas
En este macizo existe una masa de pinos declarada como la Reserva integral de Ukerdi, y otra en la zona más baja, la del barranco de Aztaparreta, que protege un peculiar bosque de hayas y abetos. En el caso de la primera, forman el paisaje grandes extensiones de roca caliza, de un color gris azulado y permeable al agua, que se filtra y circula libre de forma subterránea.
Casi como única vegetación de Ukerdi se encuentra el pino negro, cuyos esqueletos aguantan en pie, además de algunas flores alpinas, y entre los principales animales que la pueblan destacan el sarrio, el urogallo, la perdiz nival…
En la zona más baja de la Reserva Natural está ubicada Aztaparreta, 100 hectáreas ocupadas por uno de los últimos hayedos–abetales vírgenes del Pirineo, que en 2017 fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Nunca ha sido explotado por el hombre y conserva intacto el hábitat para una gran variedad de especies botánicas y animales. Camino del sur, los bosques de pino silvestre, hayas y abetos van dando paso a praderas y pastos comunales ocupados por numerosos grupos de ovejas, vacas y yeguas. En esta zona la ganadería representa un volumen de actividad importante.
Para montañeros
Las posibilidades de acceder a la alta montaña hacen de este lugar el destino favorito de montañeros y esquiadores. También existen rincones más accesibles, como el mirador de Larra–Belagua, en el puerto de Belagua, un magnífico balcón para recrearse en el paisaje.