Las 1.400 cooperativas vascas ofrecen más de 60.000 empleos directos

El sector cooperativista vasco enfrenta con ilusión e iniciativa los nuevos retos derivados de la actual inestabilidad económica, la transición energética, los desafíos tecnológicos y la innovación, con el valor añadido de su esencia original en pro de la cohesión social, la democratización en su gobernanza y su concepto de propiedad compartida. Bajo este prisma, el hotel Canciller Ayala de Gasteiz acogió ayer la jornada El cooperativismo del siglo XXI. De la tradición a los nuevos modelos de valor, organizada por el Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi (CSCE) y la Confederación de Cooperativas de Euskadi (Konfekoop).

El presidente del CSCE, Patxi Olabarria, destacó el peso que tiene el movimiento cooperativo vasco que supone “el 8% del Producto Interior Bruto de Euskadi”. Actualmente, hay 1.400 cooperativas en el País Vasco, 623 en Gipuzkoa, 579 en Bizkaia y 178 en Álava, que ofrecen “más de 60.000 empleos directos”. Una potente organización empresarial que, gracias a su cultura laboral y organizativa, “resiste mejor” la actual inestabilidad económica y está “al servicio de las grandes transformaciones sociales”. La presidenta de Konfekoop, Rosa Lavin, puso en valor el trabajo que realiza el sector a favor de la “innovación energética y tecnológica” en la totalidad de los sectores laborales.

En este sentido, la directora de Desarrollo Empresarial del Grupo Mondragon, Amaia Ferro, explicó varios ejemplos de digitalización en las cooperativas que se aplican a múltiples campos, desde la fabricación avanzada a gafas de realidad virtual, operaciones quirúrgicas realizadas por máquinas o “una nube federada de inteligencia artificial para compartir los conocimientos en grupo”. En materia de economía circular, Mondragon ha introducido el concepto de “pasaporte digital” que incluye toda la información sobre la trazabilidad del producto y trabaja por “descarbonizar los procesos productivos”.

Plataformas digitales

Por su parte, Sain Milena López de Mondragon Unibertsitatea preponderó el valor de los jóvenes a la hora de modernizar las cooperativas. “Estamos trabajando el cooperativismo en las plataformas digitales. Es el presente y lo va a ser más a futuro”. A este respecto, puso varios ejemplos de aplicaciones cooperativistas en sectores como la movilidad, el turismo o el reparto que ofrecen un plus respecto a las grandes multinacionales. “El cooperativismo tiene grandes beneficios en este campo, ya que introduce avances de democracia que no tienen las plataformas actuales y vela por unas condiciones dignas de sus trabajadores”. Por último, el subdirector de Krean Group, Carlos Beracierto, expuso “el cambio de paradigma social” que están suponiendo las cooperativas de energía renovable. Una iniciativa que empodera a la ciudadanía en la generación y consumo de energías en su hogar.