La Diputación Foral de Bizkaia ha ido con todo cuanto está en sus manos para reforzar la protección social y, al mismo tiempo, minimizar los graves impactos que primero la crisis y ahora la guerra están provocando en el tejido empresarial del Territorio Histórico. Por ejemplo, gestionará la subvencion de 20 céntimos con las gasolineras que operan la geografía vizcaina y luego arreglará cuentas con las arcas españolas.
Así lo ha anunciado Unai Rementeria, quien ha aprovechado para detallar y desgranar otras iniciativas incluidas en un paquete de ayudas, coordinado con las otras instituciones forales, y que en el caso de Bizkaia supondrán una inyección de unos 100 millones de euros. Entrarán en vigor cuanto antes se pueda; el 5 de abril mismo, fecha del próximo Consejo de la Diputación.
Las medidas consisten en el aplazamiento sin garantías ni intereses en el pago de impuestos; en la exención del pago fraccionado de IRPF "y en el incremento del forfait de compensación de gastos para microempresas y trabajadores autónomos, con especial intensidad para los sectores del transporte de mercancías por carretera, agrícola y ganadero", ha ilustrado el diputado general. Asimismo la Diputación concederá ayudas directas a los pequeños productores del sector primario por una media de 3.200 euros.
PRECIO DEL COMBUSTIBLE
Uno de las actuaciones más relevantes tiene que ver con el precio del combustible y según ha indicado Rementeria en el transcurso del pleno en la Casa de Juntas de Gernika, las gasolineras podrán solicitar un adelanto a la Hacienda foral para compensar los 20 céntimos que no cobrarán al cliente. Después, mensualmente liquidarán y harán cuentas con la Hacienda foral de la misma forma que se hace con el gasoleo profesional. "Las devoluciones del gasoleo profesional además pasan de ser trimestrales a mensuales", han puntualizado fuentes de la institución foral.