Navarra

Las 130 promesas de Navarra Suma en Tudela

Toquero, tras ser elegido alcalde en la sesión de constitución del Ayuntamiento de Tudela.

Cuando se van a cumplir tres años desde que Navarra Suma ganara las elecciones municipales en Tudela es momento de hacer balance de las promesas que esta coalición hizo en su programa y cuyo cumplimiento no llega al 30% o, dicho de otra manera, el 70% de lo que el equipo que lideraba Alejandro Toquero anunció como promesas en mayo de 2019 no se ha cumplido. Más allá de estimaciones o presunciones, los datos son los que pueden hablar y reflejar la gestión y éstos dicen que de los 130 proyectos, propuestas o ideas que aparecían en su programa, Pasión por Tudela, más de la mitad no se han llevado a cabo. Bien es cierto que queda un año por delante, pero todo parece indicar que las cifras no van a cambiar mucho.

Rara es la persona que se lee los programas, pero el que presentó Navarra Suma para las elecciones de mayo de 2019 presentaba un panorama casi apocalíptico con justificaciones y afirmaciones que, una vez pasado el tiempo, llaman incluso más la atención que hace tres años. Se aseguraba que en la anterior legislatura se había iniciado un "viaje sin retorno" hacia esa "entelequia llamada Euskal Herria en la que se incluye a nuestra ciudad", algo que suena a una ensoñación casi paranoica para quien viviera en Tudela entre 2015 y 2019. Se remataba la afirmación con un "a los tudelanos nos gusta ser españoles y no tenemos otra nación que no sea España". No contentos con esa generalización añadían que el anterior Ayuntamiento había "atacado las tradiciones propias de la cultura española (¿ausencia del alcalde en la procesión?) y su lengua y se ha dedicado a abrir viejos debates que dividen y enfrentan a los españoles". La apertura de "viejos debates" para Navarra Suma en Tudela significa el cumplimiento de la ley de Memoria Histórica. Como solución proponían un "Ayuntamiento Constitucionalista que propugne el sometimiento al Estado de Derecho", algo que, a su juicio, solo esta coalición iba a cumplir.

Una de las exigencias constantes de Toquero a la oposición y a Chivite es la del cumplimiento de los programas, con respecto a la carta de capitalidad y centro de salud. En el último pleno señaló "alguien ha mentido a los tudelanos y no ha sido ni Toquero ni el equipo de gobierno". A tenor de lo examinado, no son los únicos que han incumplido o cambiado de parecer.

LAS PROMESAS

Si se analiza el total de las 130 "ideas para el futuro" que Navarra Suma reflejaba en su programa se podría decir que de todas ellas cerca de 70 no se han cumplido, lo que representaría el 53%. Bien es cierto que si se mira con lupa cada una el porcentaje podría aumentar de forma muy relevante. De esas 130 (es el número que ellos dan pero algunas tienen varias y otras son meras ideas), alrededor de 25 no dependían del Ayuntamiento sino de su negociación y capacidad para lograr acuerdos con el Gobierno de Navarra algo que, a tenor de lo visto durante la legislatura, no se le da demasiado bien al alcalde, Alejandro Toquero. De esa forma, quedarían unas 105 propuestas que dependerían directamente del Consistorio, por lo que el incumplimiento en lo que respecta a su gestión aumentaría hasta el 65%. Por otra parte, la gran mayoría de los objetivos que se fijaban en relación al Ejecutivo tampoco se han cumplido.

Un nuevo análisis más detallado permitiría eliminar de esas 105 apuestas aquellas que no se podrían considerar promesas, sino directamente declaraciones de intenciones o como coloquialmente se dice "humo" y que son tan abstractas que tanto se podrían considerar realizadas como no realizadas. De esas apuestas se podrían contar unas 10 que, por ejemplo, serían algunas como "exigiremos una educación pública de calidad y seguiremos apoyando la concertada", "colaboraremos con la Urban Audit y con European Knowledge Network o Eurtowns", "fomentaremos inversiones que generen valor añadido", "haremos una política social basada en las personas", "apoyaremos el Pacto de Estado sobre la Violencia de Género" o "apostaremos por mantener el Consejo de Igualdad".

De esta forma, si del análisis se retiran las 25 del Gobierno de Navarra y las 10 que no tienen un proyecto concreto quedarían 95 apuestas o proyectos, de los que no habrían llevado cerca de 70, lo que representaría un 70%. Ése sería el grado de cumplimiento de las promesas electorales del Navarra Suma con Tudela.

ECHAR EN CARA

En numerosas ocasiones, el alcalde, Alejandro Toquero, ha echado en cara de los concejales y partidos de la oposición el incumplimiento de sus promesas electorales. En algunas declaraciones a otros medios de comunicación (no ha querido conceder a DIARIO DE NOTICIAS una entrevista para hacer balance) señaló en julio de 2021 "cuando te presentas a unas elecciones, prometes algo a los ciudadanos y apuestan por ti, no puedes luego, a los dos años, decirles no. La política no es eso. Por eso la gente está tan desilusionada con la política y con los políticos porque, al final, dicen una cosa y hacen la contraria. Si defender lo que llevaba en mi programa, es molesto, pues lo siento, pero entonces voy a seguir siendo molesto".

Entre los incumplimientos hay algunos muy destacados como activar la participación ciudadana y el incremento y mejora de los presupuestos participativos prometidos. En el programa de Navarra Suma se señalaba que "incrementaremos la partida destinada a presupuestos participativos. Queremos mejorarlos y hacer partícipes a los barrios de la ciudad. Para ello cada barrio podrá elegir un proyecto, de acuerdo a su porcentaje de población. Tendrán un proyecto anual que mejorará su zona de residencia". Solo un año después, en julio de 2020, cambió de postura, "cuando nos presentamos con nuestro programa electoral los ciudadanos votan, aparte de al candidato a los proyectos que llevamos que en teoría es lo que quieren. Ése es el camino a seguir. No descarto volver a los presupuestos participativos pero hay que dar una vuelta para que sean más democráticos. Igual que sea por barrios, por volumen de población...". Sólo queda un presupuesto en la legislatura y todo parece indicar que no han encontrado aún cómo hacerlos "más democráticos".

De hecho, no han puesto en marcha el Plan de Participación que se quedó redactado y aprobado antes de las elecciones de 2019. La edil de Hacienda Irene Royo ya explicó en la presentación de los presupuestos de 2022 qué entienden por participación: "Es falso que no demos paso a la participación, en estos presupuestos hacemos caso a todos los colectivos. Porque estamos pegados a la calle y hemos salido del despacho a elaborar estos presupuestos".

Haciendo un breve recorrido por algunos de los proyectos más llamativos y que no han visto la luz se podrían señalar la creación de un ente municipal para el desarrollo económico, turístico y comercial, la elaboración de un Plan de Turismo, formar un grupo de trabajo Ribera Salud, desdoblar la N-121C (competencia del Ayuntamiento), cambiar el estanque de Griseras por un parque infantil, crear la figura del administrador de clubes deportivos locales, de un coordinador de atención a minorías, presupuestos participativos con barrios, salas de ensayos para grupos musicales, buscador profesional de inversores, olimpiadas de ciencia y tecnología, Tudela Green Temple, escaleras mecánicas en la calle Manresa, Comunal Sport, Oficina Municipal de Vida Independiente, acuerdo con el aeropuerto de Zaragoza, Festivales de jazz, blues y fusión de flamenco y jota, impulsar el sector ganadero, reforma de la calle Muro (lo han dejado para otra legislatura), oficina on line de objetos perdidos, pabellón multiusos o crear un parking en la zona del silo entre otros. Así hasta cerca de 70 promesas que no se han iniciado.

Por otra parte, hay unas 30 que sí se han elaborado como el Plan de Atracción de Empresas, mejoras en los colegios, plan de asfaltado, tener wifi abierto en más zonas de Tudela (11), Casa de la Juventud, oponerse a la cartelería en euskera "un idioma que desconocemos", el alcalde ha salido en procesión, construir monolito en recuerdo de las víctimas del terrorismo, reforma del paseo de Pamplona, Eza, Capuhinos, Pablo Sarasate, potenciar la Navidad o cámaras de videovigilancia, entre otras.

En espera están otras como el Corredor Verde, San Nicolás, la plaza del Padre Lasa o el estadio Ciudad de Tudela, que entraban en su programa. En todos estos casos se ha elaborado el proyecto pero hay que esperar aún a que empiecen las obras y en alguno de los casos cada vez se ve más difícil.

También en el mismo apartado del limbo se encuentran aquellos que en el programa aparecían como promesas pero que debían ser acometidos por el Gobierno de Navarra. Para ello, la labor del Ayuntamiento se centraba en "exigiremos", "trabajaremos para que el Gobierno", "instaremos", "solicitaremos"€ Algunas de ellas se han realizado (el Canal de Navarra parece estar en camino, igual que nuevos títulos de FP o se han hecho como la puesta en servicio de todos los quirófanos), otras no (TAP, más títulos para el campus), y hay otras (la A-15) que siguen igual de detenidas que en 2019, aunque el Ayuntamiento ha mostrado muy poco interés en ello pese a su importancia. El alcalde ha centrado su política en la reivindicación de la carta de capitalidad (que ya queda fuera con la nueva Ley de Haciendas Locales) y un tercer centro de salud (que ni técnicos, ni especialistas defienden, y menos a corto plazo, y donde, por motivos electorales, quiere Navarra Suma).

En definitiva, a falta de un año está siendo una legislatura con grandes dificultades como la pandemia o el confinamiento, a lo que se puede añadir el incremento de los costes de energía y materiales que podría paralizar alguno de los proyectos no iniciados, si bien es cierto que la gran mayoría de los proyectos anunciados se podrían haber acometido igualmente. El resumen: queda mucho más en el debe que en el haber. 

03/04/2022