A finales de esta semana comenzarán a entregarse las llaves a los particulares y asociaciones que cultivarán las huertas urbanas de Etxabakoitz, una vez terminada la adecuación de esta instalación que engloba 48 parcelas de diferentes tamaños (de entre 55 y 100 m2). Esta mañana los miembros de la Gerencia y Comisión de Urbanismo han bajado a conocer sobre el terreno el recinto.
De las 48 huertas disponibles, 8 se reservaron para las asociaciones que presentaron los mejores proyectos técnicos de gestión puntuando, además, el criterio de proximidad al barrio. Hay tres reservadas para usos sociales y educativos del propio Consistorio y el resto – 37 huertas concedidas a particulares- serán utilizadas por los ciudadanos empadronados en Pamplona que resultaron agraciados en el sorteo público del pasado diciembre. Todas las personas que van a cultivar han realizado dos sesiones de un taller formativo sobre agricultura ecológica. La explotación de estos terrenos para cultivo y autoconsumo está concedida por un plazo de 6 años y su uso es exclusivamente para las personas y asociaciones adjudicatarias, en un horario regulado.
La parcela cuenta con dos accesos, uno al Norte cerca del ascensor y otro al Sur, en la avenida de Aróstegui. El recinto, además de los terrenos de cultivo, alberga una zona recreativa (acceso de la avenida de Aróstegui) con mesas, bancos y, en breve, una pérgola que están realizando las 15 personas que forman el alumnado de la Escuela Taller de Carpintería del Ayuntamiento de Pamplona.
El coste total de la obra ha ascendido a 83.491 euros y lo relativo al mobiliario a 12.380 euros. La inversión en esta dotación ha sido cofinanciada por Ayuntamiento de Pamplona y Gobierno de Navarra. La creación de huertas urbanas-islas verdes en la ciudad forma parte de la estrategia 'Go Green Pamplona', un proyecto municipal que engloba las líneas de actuación que desarrolla o desarrollará la ciudad en la lucha contra el cambio climático a medio y largo plazo.
Servicios y restricciones
El uso de estas huertas es el autoconsumo hortícola y el horario establecido para sus usuarios cubre en verano de forma ininterrumpida la franja de 8 a 22 horas y en invierno, también de forma continua, desde las 8 hasta las 21 horas. Cada parcela dispone de un cartel indicativo, un cajón con llave de paso para el agua de riego y un baúl para depositar las herramientas de la persona o personas que la cultivan. En ningún caso se permite la instalación de elementos no vegetales en las parcelas como pueden ser toldos, mesas, bancos o casetas. Tampoco la plantación de vegetales de alto porte (árboles), ni el acceso al recinto con animales. Los usuarios tienen obligación a abrir y cerrar con llave las puertas siempre que las atraviesen.
Por otra parte, toda la instalación se considera 'Zona de Residuos Cero'. Por ello, en colaboración con la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona se han organizado dos zonas de compostaje de forma que las huertas promocionen el modelo de producción agrícola circular y ecológica. En el caso de que se generen residuos no compostables, los usuarios se comprometen a depositarlos en los contenedores exteriores.
La entrega de las llaves a los futuros cultivadores se hará a partir del jueves 3 en las oficinas de la avenida del ejército s/n, 9ª planta. Las asociaciones cuyos proyectos se han visto finalmente respaldados son Lunes Lilas Navarra, Apoyo Mutuo-Elkarri Laguntza, ANASAPS, Club Jubilados Etxabakoitz-Centro San José-Centro de día Pilar Gogorcena, Itxaropengune, AFINA, Asociación de Retinosis de Navarra y Etxabakoitz Bizirik.
Zonas comunes, paseos y cerramientos
Las obras de adecuación del espacio escogido por el Ayuntamiento de Pamplona en Etxabakoitz para organizar unas huertas urbanas municipales han sido realizadas, previa licitación, por la empresa ADAXKA. Pero el proyecto es transversal. Por un lado, Tajo de Obras del programa de Empleo Social Protegido del Consistorio se encargó de las soleras de hormigón para instalar el mobiliario urbano y por otro, el alumnado de la Escuela Taller de Carpintería está preparando en el taller de Landaben una pérgola de madera de alerce y planta octogonal para uso comunitario. Con una altura máxima de 4,10 metros y una planta de 4,5 metros de diámetro, la pérgola contará con un banco corrido en su interior.
También para uso común de los cultivadores, en la entrada por la avenida de Aróstegui se han instalado tres mesas como zonas de descanso, además de un cartel indicativo de las normas de funcionamiento del recinto y la distribución detallada de las parcelas. En las zonas de acceso se ha construido un pasillo de hormigón y el resto corredores longitudinales se han tratado para evitar la formación de charcos en el exterior de los terrenos. Para el tránsito de personas se ha acondicionado, además, un paseo perimetral en el lado Este del recinto. En estos espacios se han colocado siete bancos.
Dos modelos de huertos en Pamplona
Las huertas que hoy ha visitado la Gerencia y Comisión de Urbanismo comparten modelo de gestión con el grupo de alrededor de 100 parcelas preparadas para el cultivo individual que hay en el meandro de Aranzadi. Esas huertas están concedidas para su explotación por 4 años dentro del proyecto 'Parque de Aranzadi' y son gestionadas por FUNDAGRO- Casa Gurbindo.
Pero en Pamplona en los últimos años se ha ido desarrollando un segundo modelo de cultivo urbano, el de 'Huertos comunitarios', un sistema de explotación que está abierto a la ciudadanía en general, aunque siempre de forma asociativa. Hoy ese modelo está implantado en otros cinco barrios: Casco Antiguo, San Juan, Txantrea, Mendebaldea y Rochapea. En este caso una asociación presenta un proyecto concreto a la oferta de gestión del espacio y, desde el Consistorio se valora y se adjudica la concesión. En general, en los huertos comunitarios se ha optado por cultivo en bancal por las características del suelo sobre el que se instalan (van sobre baldosa, relleno). Este tipo de huertos no tienen instalaciones de riego como tal, aunque sí disponen de agua, ni tampoco suministro eléctrico. Dentro de sus proyectos de gestión es habitual que se colabore en la dinamización del barrio mediante una oferta de actividades con otras asociaciones, centros educativos o culturales, grupos de personas con diversidad funcional etc, de las proximidades.