Buscar
Araba

Las altas temperaturas no afectan a la calidad de la patata de Álava

Socios y colaboradores de Udapa creen que podrán empezar a cosechar a finales de agosto
Producción de patatas de Udapa. | FOTO: CEDIDA UDAPA
Producción de patatas de Udapa. | FOTO: CEDIDA UDAPA

Matas hay. Y grandes. Pero las intensas olas de calor que estamos teniendo a lo largo de los últimos meses están ocasionando que en los cultivos alaveses de patata el número de tubérculos por planta sea menor de lo esperado, por lo que esta campaña, desde Udapa, prevén obtener una menor cosecha.

Explican desde la cooperativa que, aunque a día de hoy todavía es difícil saber cuál será la disminución de los kilos obtenidos, lo cierto es que “las altas temperaturas también están afectando al tamaño del tubérculo, impidiendo que este se desarrolle adecuadamente alcanzando mayores calibres”, explica Jon Legorburu, técnico agrícola de Udapa. Aun así, “la buena noticia es que, hasta la fecha, la calidad de la patata es muy buena, por lo que esperamos que se mantenga así hasta el momento de su recolección”. La otra consecuencia que están apreciando técnicos y agricultores, que nos está dejando este caluroso verano, es que se van a adelantar una semana los arranques. “Es muy probable que para la última semana de agosto ya estemos arrancando las primeras patatas de Álava, por lo que no tendremos que esperar hasta el mes de septiembre para poder empezar a degustarlas”, comenta el técnico de la cooperativa.

Durante esta campaña los socios y socias y colaboradores y colaboradoras de Udapa recolectarán un total de 345 hectáreas de patata, de las cuales 280 se destinarán para patata de consumo, y 65 para patata de siembra. “Este año tenemos entre un 5 y un 7% menos de superficie con respecto al año pasado, y es que los altos precios de los fertilizantes y carburantes, así como la jubilación de algún socio productor han hecho que, a pesar de todos nuestros esfuerzos, perdamos algo de terreno”, cuenta Legorburu.

Ensayo de boniatos

Por otra parte, fiel a su carácter innovador, la cooperativa, Udapa, ha plantado 2 hectáreas de boniatos a modo de prueba para comprobar si el cultivo de esta papa dulce es factible en tierras alavesas. “Nuestro principal objetivo es aprender de este cultivo, ver cómo se adapta a nuestro suelo y a las condiciones climatológicas”, asegura Legorburu.

Explican desde la cooperativa que el ciclo de producción del boniato es de 4 meses y requiere de climas tropicales, por lo que en este sentido el verano está siendo propicio para su crecimiento. “Esperamos poder recolectar los primeros boniatos en la primera quincena de octubre, y dependiendo de su rendimiento intentaremos seguir ampliando las hectáreas del mismo. Aunque sabemos que va a ser complicado, ya que al ser un cultivo que está muy poco mecanizado, necesita mucha mano de obra y actualmente en la provincia es muy complicado encontrar gente que quiera trabajar en el campo”, añade el técnico.

Con todo Udapa sigue desarrollando sus proyectos innovadores. Por eso, sigue apostando por la producción (tanto a nivel de siembra, como para consumo), de Edurne y Beltza, dos nuevas variedades creadas en colaboración con Neiker; así como en la obtención de una patata con residuo 0 mediante la utilización de bioestimulantes.

2022-08-01T06:41:03+02:00
En directo
Onda Vasca En Directo