La urretxuarra Marta Andreu sufre una enfermedad degenerativa llamada siringomielia. Una de sus aficiones es pintar y cuando tuvo que dejar de utilizar la mano, empezó a pintar con la boca.
También tiene cada vez más dificultades para manejar su silla de ruedas y necesita una especial, con un mando que se utiliza con la cabeza.
Recibió una subvención, pero necesitaba 7.000 euros más para adquirir la silla.
Sus amigas pusieron en marcha una colecta y en muy poco tiempo han conseguido el dinero que Marta necesitaba para adquirir la silla. Quieren dar las gracias a todos los que les han apoyado.