Las artes plásticas y la poesía se dan cita por la paz en el Planetario de Pamplona

Poesía, pintura, escultura, fotografía y música conviven en un mismo espacio con el propósito de potenciar la paz en el XV Encuentro poético, pictórico, fotográfico, escultórico y musical por la paz, una reunión de artes mixtas que se vienen celebrando por toda la geografía española desde que comenzó sus andaduras en Sevilla hace más de un año.

Se trata de una iniciativa que ha recorrido numerosos lugares como Sevilla, Cádiz, Almería, Buenos Aires, México, Jaén, Granada, Badajoz, Córdoba, Jerez, Huelga, Madrid, Almería, Valencia o Lima, y que llega hoy a Pamplona con la participación de 22 poetas, ocho artistas y cinco intervenciones musicales de flauta travesera y arpa a cargo de Unai Otegi y Edurne Arzoz.

La velada, que propone un encuentro por la paz, se celebrará a partir de las 18.00 horas en el Planetario, donde se exhibirán las obras de los ocho artistas plásticos participantes junto a los poemas de los 22 poetas que acompañan las obras. Los poemas, inspirados en las piezas de arte que han escogido los artistas para reflejar o reivindicar la paz, se recitarán en grupos de cinco mientras se muestra la obra en la que se basan.

El evento se presentó ayer en el Planetario y participaron Tomás Casado, coordinador del encuentro en Pamplona y poeta; Daniel Otegui, artista y fotógrafo; Paloma Portillo, artista y escultora, y Javier Armentia, director del Planetario de Pamplona.

Armentia presentó la iniciativa, un proyecto “de reflexión ciudadana que nos hace pensar y disfrutar desde las ciencias, las humanidades y las artes y desde la realidad por la paz”. Comenzó diciendo que “son tiempos difíciles en los que la paz sigue siendo una reivindicación necesaria”, y opinó que “esta reflexión a partir del arte, de la imagen y del texto es muy necesaria”.

La idea, surgida en Almería, pertenece a Maritxé Abad i Bueno y a Mari Callealta, quienes comenzaron el movimiento hace 14 meses con la intención de limitarlo a las tres provincias andaluzas de Sevilla, Cádiz y Málaga. “La acogida fue tan buena que extendieron el proyecto a todas las demás provincias andaluzas”, contaba Tomás Casado, “y siguió siendo tan buena que lo están extendiendo por toda España.

Las obras de arte se exponen junto al poema inspirado en ellas. Iñaki Porto

Encuentro entre la arena y el mar

Paloma Portillo relató que la propuesta de poetizar su obra la “enamoró” en seguida. “A un elemento sólido como es la escultura, sentí que la poesía iba a llegar como algo fluido e iba a hacer un encuentro entre la arena y el mar”, explicó. “Esa sensación me pareció la paz en sí misma, y me pareció muy bonito que poeticen las obras”, añadió.

Portillo calificó la iniciativa como una “explosión creativa” y afirmó que, en un mundo en el que hay tantos desencuentros, “poder encontrarse desde lo creativo es muy bonito”. La escultora propone para este encuentro tres obras en las que se muestran corazones: “Para mí, el rescate y el encuentro con el corazón son el principio de la paz”.

Por su parte, Daniel Otegui ha aportado cuatro fotos y un poema propio, llamado La paz, territorio imaginario. Dos de las imágenes fueron tomadas especialmente para la ocasión, incluyendo una de dos palomas, una oscura y otra blanca, que muestra a uno de los animales con una expresión agresiva hacia la otra y que el artista considera “una alegoría de lo que queremos hacer aquí”.

“Todos hemos intentado que las obras tuvieran algo que ver y de donde tirar para poder hacer una apología de la paz y renegar de la guerra”, afirmó el fotógrafo, que se sumó al proyecto “con cierto temor” por la responsabilidad que conllevaba la envergadura de la propuesta.

Una de las esculturas que participan en este Encuentro. Iñaki Porto

Arte al servicio de la paz

En la misma sala en la que se exhibirán las obras y se llevará a cabo el evento, el público podrá convivir con los artistas y sus obras y establecer un diálogo. A cada artista se le pidió escoger tres obras hechas con anterioridad, de tal forma que buscaran en sus conjuntos las que más pudieran aportar al movimiento por la paz. Las obras han sido repartidas entre la pintura, la escultura, la fotografía y el collage, y distribuidas por sorteo entre los 22 poetas, para que cada pieza tenga su propio poema.

Durante la exposición, en una pantalla se proyectará una foto de la obra y, a su lado, el poema producto de la inspiración de la pieza artística. Para dar inicio al evento, Otegui escogió una parte de la Obertura 1812 de Tchaikovsky, “que refleja un bombardeo, porque empezar de esa manera un poco dura me parecía importante”. Le seguirá la exposición, repartida en grupos de cinco poemas entre los que se intercalan los intermedios musicales. El acto lo cerrará, “por darle un viso de esperanza”, el Himno de la Alegría.

Con los intermedios musicales han pretendido mantener la atención del público durante la lectura de los 23 poemas, buscando “descansar la mente, relajar a la gente y predisponerla a oír los cinco siguientes poemas como si fueran los primeros”, mediante una música relajante del siglo XVII “agradable y fácil de oír”. De apariencia culta y raíces folclóricas, la música busca también amenizar “un tema que podría resultar un poco áspero y duro, porque si se habla de paz es porque hay guerra”, en palabras de Otegui.

“Queremos resaltar la importancia de hacer algo por la paz en este tiempo de guerras en el que los daños colaterales somos todos”, expresó el artista. “La historia nos demuestra que aunque no suframos el impacto directo de la guerra ni los daños colaterales, estas guerras existen, hacen mucho daño y algunas tienen repercusiones increíbles, como la que está teniendo lugar entre Rusia y Ucrania”, lamentó. “De alguna manera, la paz es una referencia a la que tenemos que tender, una estrella a la que hay que seguir”, apuntó.

El Planetario acoge la exhibición de pinturas junto a sus poemas. Iñaki Porto