Más allá de las demandas, exigencias, buena relación y mejor tono institucional, los socialistas y ERC tendrán que solventar un último escollo para certificar la investidura de Salvador Illa que, al margen del trazo de las declaraciones, tiene visos de concretarse por parte de ambos partidos. Y es que el acuerdo definitivo debería ser ratificado por las bases de la formación republicana, a las que se les prometió ser consultadas, una votación que podría celebrarse el 1 de agosto si las negociaciones llegan a buen puerto en el arranque de esta próxima semana. Cabe recordar que la militancia de Esquerra ya se mostró reacia a una alianza en el Ayuntamiento de Barcelona. Este es el horizonte después de que Pedro Sánchez y Pere Aragonés se reunieran ayer en el Palau para escenificar el traspaso de nuevas competencias al Govern y luego evitar comparecer individualmente remitiéndose a un comunicado conjunto donde se comprometen a trabajar para “culminar” los consensos alcanzados entre las dos fuerzas políticas.
Eso sí, durante el encuentro, que se prolongó durante una hora y donde se rubricó el convenio para el traspaso definitivo de la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV) , el aún president de la Generalitat urgió al líder del PSOE a moverse para que Catalunya tenga un modelo de financiación “justo y propio. En un “clima cordial y de normalidad institucional”, Aragonès y Sánchez abordaron “la situación política general y otros asuntos de interés común”, repasando los últimos pactos alcanzados para “concretar y calendarizar” diversas transferencias y asuntos pendientes, como la quita de 15.000 millones de euros del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) o el impulso y financiación del proyecto para la instalación en Catalunya de un centro tecnológico de producción de chips (Innofab).
Entendimiento
En su quinta reunión institucional desde 2021 –la última fue también en Barcelona el pasado diciembre, ambos dirigentes destacaron el entendimiento para hacer efectivo el traspaso de becas y ayudas al estudio, iniciativas de investigación y desarrollo, así como el servicio de Rodalies. El pasado lunes socialistas y republicanos anunciaron que el Gobierno del Estado abonará 1.520 millones en los próximos tres años a la Generalitat, 1.058 de ellos vinculados con Rodalies (Cercanías) y 450 para I+D, partidas que responden al pacto entre PSOE y ERC de noviembre de 2023 para investir a Sánchez.
Además de constatar que es el primer encuentro entre ambos después de la aprobación de la ley de amnistía, Aragonès le emplazó a “seguir avanzando en la resolución del conflicto político” entre Catalunya y el Estado español. Desde Moncloa señalaron que el Ejecutivo que preside Sánchez “siempre ha trabajado desde el respeto a la diversidad, a la lengua y a la cultura catalana, poniendo siempre como prioridad el avance en las cuestiones que preocupan a los ciudadanos y las ciudadanas catalanas en su día a día”. Esa ha sido, subrayan, “la vocación del Gobierno hasta ahora y esa será la vocación que se mantenga con el futuro Govern que se decida en Catalunya”.
Con posterioridad a esta cita, Sánchez e Illa mantuvieron un almuerzo de trabajo en el barrio del Raval de Barcelona que duró aproximadamente dos horas, y en el que le puso al día del estado de las negociaciones para su investidura. Horas antes de esta cumbre, en una entrevista en El Periódico de Catalunya, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, había condicionado el pacto a que Moncloa cumpla con lo prometido. “Si Pedro Sánchez va hasta el final en el cumplimiento de los compromisos adquiridos, ERC podrá asumir nuevos. Si no fuera así, es muy difícil pedir dogma de fe”, dijo.
Junqueras
Se ve respaldado para volver. Oriol Junqueras cuenta ya con el respaldo de 2.000 militantes (de los 8.000 que tiene el partido) en su aspiración de volver a liderar ERC, durante su primer mes de contacto con las bases por toda Catalunya desde que dimitió el 10 de junio para tener un “proceso de escucha activa de la militancia y de reconexión con la sociedad”. Así lo sostienen en su candidatura, que apela a una regeneración democrática de Esquerra para “resituarla donde le corresponde y donde Catalunya necesita que esté”.