Hace pocas semanas que empezó el nuevo curso en la veterana Escuela de Artes y Oficios y el millar de personas que acuden hasta aquí cada semana para formarse no para. Tampoco lo hace el ya referencial programa expositivo, que de nuevo está en marcha con la idea de reunir entre las paredes del edifico de la plaza del Conde de Peñaflorida tanto a artistas propios como a creadores invitados. Eso sí, este arranque tiene un aire especial tras todo lo vivido a partir de marzo de 2020 ya que la situación sanitaria está permitiendo volver casi por completo a recuperar la normalidad.
En ese contexto, es Javier Varas Urzay el protagonista de este octubre expositivo en dos de los espacios tradicionales que usa el centro para estos menesteres, además con la recuperada posibilidad de que el público en general pueda acceder al recinto y ver las muestras programadas. En caso del pintor, hasta el próximo día 26 se comparte Retratos, una producción compuesta por casi una veintena de piezas.
Como bien indica el título del proyecto, es el rostro el hilo conductor de la propuesta, más allá de que se usen soportes –como madera, cartón y lienzo– y técnicas diferentes –óleo y carboncillo–. “Exponer en la escuela es algo fantástico, sobre todo por poder compartir lo que hago con, por lo menos, las mil personas que vienen”, apunta el autor, que se siente en Artes y Oficios casi como en casa.
No en vano, aquí están creados todos los cuadros presentes en la exposición, puesto que el artista acude de manera casi diaria al Taller Abierto del centro, un aula especial que se oferta a quienes ya han completado su formación y necesitan un lugar donde poder desarrollar sus proyectos, contando además con el asesoramiento semanal del profesorado. “Es una oportunidad que no puedes dejar pasar”.
Gracias a esta posibilidad, el autor se sumerge de manera diaria entre los entresijos del retrato, al que se viene dedicando de manera exclusiva desde hace tiempo. “Me llama su dificultad. No deja de ser un reto. Pero, sobre todo, hay que tener en cuenta que cuando te sale bien un retrato, estás haciendo, o yo lo siento así, algo para toda la vida”, reflexiona Varas Urzay.
Domina entre las obras seleccionadas para esta exposición la presencia de caras de mujer, aunque no es algo premeditado. “Para crear muchos de estos cuadros tomo como referencia fotografías de revistas o de páginas web libres de derechos, y siempre ves que las imágenes de mujeres tienen más luz, más detalles, más calidez”. De ahí, esa predilección dentro de un amplio abanico de rostros que también se representan dentro de un variado catálogo de formatos.
Ahora, de todas formas, es el momento de otras caras, de las que a lo largo de estas semanas contemplen las creaciones del autor alavés. Él, mientras tanto, sigue pintando. “No paro. Seleccionar estos 19 ha sido complicado”. El gusto propio y la producción más reciente han servido como guías a la hora de hacer ese costoso trabajo de elegir.