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Las carpetas más espinosas en el Buesa

Giedraitis, Enoch y Kurucs entran en su última temporada de contrato en el Baskonia con un futuro incierto más allá de 2023
Giedraitis, Kurucs y Enoch siguen atentamente el desarrollo de un partido desde el banquillo.

Los deberes estivales están prácticamente culminados en la planta noble del Buesa Arena a falta de un posible último movimiento que refuerce la cotización azulgrana en todos los frentes, pero el Baskonia no podrá quedarse con los brazos cruzados una vez arranque oficialmente la temporada el próximo 30 de septiembre con la visita del Unicaja de Ibon Navarro a la cancha de Zurbano.

Y es que hay varias carpetas espinosas para las que, con el transcurrir de los meses, los rectores azulgranas deberán ir tomando alguna determinación, como siempre sujeta al rendimiento de varios jugadores sobre los que estará depositada la lupa.

De hecho, una tercera parte de la plantilla dirigida por Joan Peñarroya entrará en breve en su última campaña de contrato como miembros del vesturio vitoriano. Además del recien fichado Dani Díez, al que el Baskonia por razones obvias tan solo ofreció una campaña en su propuesta para que aterrizara en Gasteiz, Steven Enoch, Rokas Giedraitis y Arturs Kurucs son los otros jugadores que finalizan su vinculación dentro de un año. Y todo ello descontando también las opciones de corte existentes el próximo verano sobre jugadores cuyo vínculo se estira hasta junio de 2024, si bien esto es algo que siempre queda para las entrañas del Buesa Arena.

Los contratos en el deporte de la canasta no suelen ser tan largos como en el fútbol, de ahí que esta situación sea algo con lo que Josean Querejeta y su grupo de trabajo están acostumbrados a lidiar desde hace mucho tiempo.

Eso sí, en el caso de Giedraitis, el Baskonia confiaba en haber zanjado semanas atrás su futuro con el sí del internacional lituano a una propuesta de ampliación de contrato que, en realidad, suponía un recorte de sus emolumentos. El club aspiraba a que Rokas percibiese en más años el –muchísimo– dinero asegurado para esta próxima campaña, algo que no ha sido visto con buenos ojos por el jugador con el consiguiente quebranto para las arcas azulgranas.

Tras un verano anterior donde los coqueteos de Giedraitis con la NBA no dieron los frutos deseados, su continuidad a las órdenes de Dusko Ivanovic trastocó seriamente los planes de un Baskonia que ya había fichado previamente a su recambio en la figura de Simone Fontecchio. Por si ello fuera poco, Giedraitis viene de completar una temporada plagada de altibajos y donde ha estado muy lejos de las expectativas, algo que apenas le ha permitido suscitar el interés de terceros.

Mientras los elevados dígitos de su contrato ascendente resultan cada vez más pesados para la zona noble, el futuro de Giedraitis en Vitoria más allá de la campaña 2022-23 se halla repleto de incógnitas, tanto si es capaz de remontar el vuelo como si mantiene su discreto nivel de los últimos tiempos.

Enoch y Kurucs

Una situación muy diferente es la de Steven Enoch, un pívot con una notable proyección y que durante este verano no ha podido convertirse en una fuente de ingresos para el Baskonia ante el tibio interés acreditado por la NBA. Pese a que ha exhibido unas evidentes flaquezas defensivas, no cabe duda de que el poste con pasaporte armenio tiene madera de ser un gran proyecto como baloncestista a poco que Peñarroya potencie sus muchas cualidades, sobre todo en la vertiente ofensiva.

De momento, ni el Baskonia ni el jugador han demostrado tener prisa para abordar una hipotética renovación. En este caso, es el jugador quien tiene el mango de la sartén en su mano ya que, además, su contrato fue la pasada temporada uno de los más bajos de la plantilla tras aterrizar en el Buesa Arena procedente del modesto Obradoiro. Si Enoch da un paso al frente bajo los tableros en su segundo año de militancia en Vitoria, la entidad vitoriana deberá efectuar un esfuerzo a nivel económico con el fin de intentar que eche raíces como azulgrana.

Por último, otra carpeta peliaguda es la de Arturs Kurucs, al que, tal y como sucedió hace un verano con Ilimane Diop con su marcha al Gran Canaria, se le están acabando las oportunidades para triunfar en el Baskonia. El exterior letón, llamado a tener más minutos este curso como dos que al frente del timón, también entra en su último año de contrato con la convicción de que es ahora o nunca.

En teoría, ha llegado un entrenador como Peñarroya que brindará oportunidades a los canteranos y, por lo tanto, Kurucs se halla obligado a colocar argumentos encima de la mesa para que el club se cerciore de su auténtica valía.

Todo hace indicar que, en su caso, ya hay fecha de caducidad en 2023 si no convence. Y es que el Baskonia mantiene en la recámara a otros jóvenes como Hanzlik y Savkov que a partir de ahora se foguearán al más alto nivel en Girona y Fuenlabrada, respectivamente, por lo que su relevo puede estar preparado si el checo y el ruso muestran sus credenciales. Los otros dos bálticos, Sedekerskis y Raieste, finalizan su compromiso en junio del 2024.

Contratos en el Baskonia

Hasta 2023: Dani Díez, Rokas Giedraitis, Steven Enoch y Arturs Kurucs.

Hasta 2024: Vanja Marinkovic, Matt Costello, Markus Howard, Darius Thompson, Sander Raieste, Tadas Sedekerskis, Daulton Hommes y Maik Kotsar.

22/08/2022