Por San Blas, una hora y más o Por San Blas, la cigüeña verás son algunos de los refranes populares dedicados a este santo, cuya festividad se celebra cada 3 de febrero.
Patrón de los otorrinolaringólogos, San Blas, médico y obispo que vivió en Sebaste (la actual Turquía) en los siglos III y IV, es venerado tradicionalmente como abogado contra los males de garganta. Uno de los milagros que se le atribuyen es la curación de un niño al que se le clavó una espina de pescado en la garganta.
La tradición más popular en este día es la bendición en las iglesias de alimentos, entre ellos los típicos roscos de San Blas, para tomarlos después confiando en que, la expresión ¡San Blas, de mal de garganta me librarás!, sea una realidad.
Lo cierto es que, tomemos alimentos bendecidos o no, el riesgo de sufrir en invierno alguna afección de garganta es un hecho muy probable.
Cinco enfermedades relacionadas con la garganta
1- Amigdalitis y faringitis. La principal causa son las infecciones virales que cursan con dolor al tragar y fiebre alta. Los niños pueden sufrirlas hasta 7 veces en un mismo año. La mayoría de estas infecciones se tratan con analgésicos de vía oral.
2- Problemas en las cuerdas vocales y en la voz. Las alteraciones de la voz causadas por cuadros respiratorios virales o bacterianos suelen durar menos de dos semanas. Si duran más o se repiten con frecuencia es conveniente consultar a un especialista.
3- Disfagia. Se refiere a los trastornos o problemas en el momento de alimentarse, comer y tragar el alimento. Puede deberse a causas como problemas a nivel de laringe, trastornos en la motilidad de la faringe-esófago o estrecheces esofágicas, entre otras. El tratamiento dependerá precisamente de la causa que produzca la disfagia.
4- Laringitis aguda. Es la infección de la laringe por el virus parainfluenza. Es más frecuente en niños pequeños, ya que su vía aérea es de menor diámetro y al inflamarse se achica y provoca dificultad respiratoria. El tratamiento consiste en administrar corticoides para desinflamar la vía aérea.
5- Apnea obstructiva del sueño. Es una patología que afecta a más del 5% de la población y tiene importantes consecuencias físicas, psíquicas y emocionales. Se produce cuando los músculos que sostienen los tejidos blandos en la garganta, como la lengua y el paladar blando, se relajan de forma temporal, estrechándose y dificultando así el flujo respiratorio, agitando las paredes de la vía aérea y produciendo el ronquido. En niños, la principal causa es la hipertrofia de adenoides y amígdalas. Tratar esta patología evitará las secuelas de la hipooxigención cerebral prolongada. Además, puede causar problemas neuroconductuales como trastorno por déficit de atención e hiperactividad con un impacto en el aprendizaje y sociabilidad.
Siete consejos para proteger la garganta
Son muchos los profesionales que dependen de su voz para desarrollar su trabajo. En este grupo se engloban cantantes, vocalistas y coristas; profesores y otros formadores; monitores y entrenadores deportivos; guías culturales y animadores de eventos sociales; locutores de radio y presentadores de televisión y actores. Por ello, es necesario que estas personas tengan un especial cuidado con la garganta.
Aquí van siete consejos válidos tanto para los profesionales de la voz como para la población en general:
1- Beber mucho líquido. La garganta debe estar bien hidratada para proteger la mucosa y las cuerdas vocales de agentes infecciosos.
2- Llevar una alimentación sana. En la dieta no pueden faltar los alimentos que fortalecen las defensas, sobre todo frutas y verduras ricas en vitaminas y minerales que activan el sistema inmunológico.
3- Mucha higiene. Hay que lavarse las manos con frecuencia, usar pañuelos al toser o estornudar y no compartir útiles ni ropa si estamos resfriados para no contagiar.
4- Tomar própolis o echinácea. Estos preparados farmacéuticos de origen natural activan el sistema inmunológico y los protegen de los virus de la gripe y el resfriado. El própolis protege la garganta de irritaciones, afonías o ronqueras.
5- Ropa de abrigo. Hay que abrigarse bien, pero no en exceso y con ropa transpirable. Es recomendable usar bufandas o pañuelos en los días más fríos. Deben evitarse los cambios bruscos de temperatura.
6- Descanso. Descansar, no forzar la voz, evitar el carraspeo y la tos brusca, no gritar y dormir de manera adecuada son actividades muy beneficiosas para la garganta.
7- Adiós al tabaco. Tanto el tabaco como los ambientes con humo perjudican a la garganta y a las cuerdas vocales, ya que las irritan y hacen de vía de entrada de agentes infecciosos.