La Real Sociedad salió airosa de su compromiso europeo contra el Ajax. Cuando todo apuntaba a una noche más que difícil, el conjunto txuri urdin sufrió la transformación necesaria tras el descanso para apuntarse un triunfo que vale oro en su andadura europea.
¿Dónde estuvo la clave para explicar el triunfo? Sin duda en los cambios que introdujo Imanol tras el descanso. Después de un primer tiempo en el que la Real salió viva de milagro, jugó a merced del rival durante ese periodo, incluso el Ajax tuvo hasta tres ocasiones claras para adelantarse en el marcador, la entrada en el campo de Turrientes y Barrene por los inoperantes Sucic y Becker obró el milagro. El equipo cambió, cogió la manija del encuentro y amenazó la portería contraria. Después, entró Aramburu por Aritz, que se lesionó y no pudo continuar. El lateral se asoció a las mil maravillas con Kubo, el mejor del partido de largo, y ahí llegaron los goles. El Ajax perdió el norte, sus cambios le minimizaron y la Real encontró el camino que le permite salvar una situación que se tornaba muy comprometida en la Europa League.