El Espanyol, goleado por el Betis en su propio estadio en la jornada liguera previa al parón, visita mañana San Mamés en su peor momento de la temporada a nivel de juego, resultados y confianza
POCO o nada tiene que ver el actual Espanyol con el que arrancó la temporada en El Sadar el 14 de agosto de 2021. De más a menos en su regreso a Primera División, el equipo dirigido por Vicente Moreno visitará mañana San Mamés en medio de una palpable crisis de identidad tras haber perdido en sus últimos compromisos la solidez defensiva, su principal seña de identidad. Si algo le caracterizaba al conjunto periquito era un equilibrio y un buen hacer sin balón que se han esfumado en el último mes y medio de competición.
Doce goles en contra, sin ir más lejos, colecciona en las cinco últimas jornadas de liga un alicaído Espanyol que solo ha sido capaz de sacar adelante uno de esos partidos y que, eliminado también en los octavos de final de Copa a manos del Mallorca (2-1), enlaza tres choques ligueros consecutivos sin vencer con un empate a domicilio y dos derrotas como local de por medio. Con ocho tantos encajados en dichos encuentros ante el Cádiz como visitante (2-2) y frente a Elche (1-2) y Betis (1-4) en casa, los catalanes volverán a tomar el pulso a LaLiga con el objetivo de levantarse tras la contundente goleada sufrida ante el cuadro verdiblanco en su propio estadio antes del parón.
Como un auténtico ciclón pasó el equipo de Manuel Pellegrini por el RCDE Stadium, donde se escucharon los primeros gritos de "Vicente vete ya". No corre peligro todavía el puesto del técnico valenciano, pues el Espanyol cabalga en decimotercera posición con un reseñable colchón de puntos sobre los puestos de descenso, si bien la mala dinámica de juego, resultados y confianza en la que se ve inmerso el colectivo blanquiazul ha metido en un aprieto a un entrenador que, cuestionado ya por parte de la afición, busca la manera de revertir una situación que podría complicarse en caso de morder el polvo también contra el Athletic.
Por San Mamés, para más inri, no asomará mañana el sancionado Raúl de Tomás, expulsado ante el Betis por una doble cartulina amarilla fruto de la más absoluta desesperación y que le impedirá comandar el ataque de un Espanyol que sigue necesitando sus goles como el comer. De sus doce dianas y dos asistencias en liga, de hecho, vive en gran medida un equipo que comenzó el curso recibiendo un único gol en las tres primeras jornadas del campeonato para aliviar así, temporalmente, una marcada dependencia de los tantos del punta madrileño, convertido por innegables méritos propios en uno de los líderes del cuadro catalán junto con el veterano Diego López.
Brillante durante buena parte de la temporada, el guardameta gallego ha puesto todo de su parte para cortar una sangría de goles en contra que no ha podido taponar finalmente a sus 40 años. Sí consiguió frenar al Athletic, sin embargo, en el choque que midió a ambos equipos en la primera vuelta en territorio catalán. Su inconmensurable actuación, con cinco paradas a disparos efectuados por los leones en la corta distancia y con marchamo de gol, dio entonces un punto al Espanyol y quitó dos a los pupilos de Marcelino García Toral, quien no pudo sino lamentar la falta de efectividad en el remate y el acierto del gallego.
"Nos hemos encontrado con un guardameta excepcional que parecía un pulpo y que en vez de un portero parecían tres. Sacó un repertorio total y fue el hombre del partido", manifestó el técnico asturiano en la rueda de prensa posterior a un encuentro en el que el Athletic mereció la victoria. Tres meses y medio después, ambos conjuntos volverán a verse las caras en dinámicas sumamente distintas a las de entonces, pues el Espanyol afrontó aquel partido ante los bilbainos con una sola derrota en sus siete compromisos ligueros previos.
Con el objetivo de alejar fantasmas del pasado asoman a día de hoy los de Vicente Moreno, que tendrán en Bilbao al joven atacante Javi Puado, compañero de Unai Simón el pasado verano en los Juegos Olímpicos, como principal referencia ofensiva en materia goleadora. Solo tres tantos en el transcurso de la temporada, no obstante, suma un futbolista que apunta a partir desde la banda izquierda dejando a Loren Morón como punta de lanza de un Espanyol que, en plena crisis de identidad, figura con una sola victoria a domicilio en liga gracias a la lograda el 31 de diciembre a costa del Valencia, rival del Athletic en las semifinales de Copa. "Debemos ir al límite" El entrenador del Espanyol habló ayer en rueda de prensa de la cita en La Catedral. El valenciano advirtió de que "debemos ir al límite para acercarnos al Athletic". Moreno destacó que el conjunto rojiblanco atraviesa "un gran momento de forma". "Es el equipo de LaLiga que más volumen de kilómetros e intensidad presenta", remarcó el técnico de los periquitos, que definió el encuentro como una "oportunidad buena e ilusionante".
El Athletic se le atraganta
ANTECEDENTES FAVORABLES
Malos números en Bilbao. Los antecedentes ligueros ante el Espanyol en San Mamés son muy favorables al Athletic, que suma 54 victorias, 14 empates y 17 derrotas contra el cuadro periquito en los 85 partidos disputados en Bilbao. Con un balance de 187 goles a favor y 92 en contra, los rojiblancos solo han perdido en una de las seis últimas visitas en liga de los catalanes, que se impusieron por la mínima en el curso 2017-18 con un solitario y a la postre decisivo tanto de David López. El 30 de octubre de 2019, en el último enfrentamiento entre unos y otros en San Mamés, el Athletic sumó los tres puntos en juego al golear por un contundente 3-0 al Espanyol. Iker Muniain, por partida doble, y el catalán Víctor Gómez en propia puerta, firmaron los goles que registró un partido en el que los entonces pupilos de Gaizka Garitano se mostraron muy superiores a su rival.
Raúl de Tomás, máximo goleador del Espanyol en liga con doce dianas, causará baja mañana en San Mamés por sanción
Los catalanes, de más a menos durante la temporada, suman seis derrotas, cuatro empates y una única victoria a domicilio