Tras dejar atrás su primer mes, la cuadragésimo séptima edición del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz entra hoy en noviembre compartiendo con el público Nevermore, propuesta del Grupo Chévere junto al Centro Dramático Nacional, una mirada a la catástrofe del Prestige realizada en los tiempos de la pandemia.
Aunque a la Red de Teatros de la capital alavesa no le suele gustar programar en días festivos, hoy se va a hacer una excepción. La representación se realizará a partir de las 19.30 horas en el Principal, donde todavía quedan entradas a la venta para poder adentrarse en este ejercicio escénico que apela “a la memoria colectiva de uno de esos pueblos que se pueden borrar del mapa sin que pase nada. Un pueblo que es el nuestro. Un pueblo que, sin embargo, en diciembre de 2002”, según explica la compañía gallega, “no se dejó convencer por las mentiras de aquellos que aseguraban que todo volvería a ser como antes”.
Del repetido never more que dejó para la posteridad Edgar Allan Poe en The Raven, al nunca máis gritado tantas veces tras lo sucedido con el petrolero, el grupo, Premio Nacional de Teatro, viaja al pasado reciente desde un presente marcado por otra crisis. Distinta, pero también catastrófica. Historias que se entrelazan incluso en las formas, de los actuales y famosos EPI a aquellos trajes blancos manchados por el chapapote, aunque es lo que ya pasó –aunque sus consecuencias sigan perdurando en el tiempo– lo que centra la atención de la escena.
Memoria
Estrenada hace poco más de un año, la obra, como relatada la veterana compañía gallega, empezó a tomar cuerpo justo en marzo de 2020. “Cuando la llegada de un virus nos demostró que todo se puede cambiar, que el mundo se puede parar”, los integrantes del grupo entendieron “lo rápido que habíamos olvidado” lo sucedido hace dos decenios tras el hundimiento de aquel, por desgracia, famoso buque monocasco.
Así, Nevermore “es la respuesta indescifrable que el cuervo del poema de Poe da una y otra vez a las preguntas de un hombre que perdió lo que más quería. Nevermore podría ser un S.O.S. emitido a la desesperada en el código internacional de señales marítimas. O el acrónimo de una gran corporación que sabe que hay sitios con gente que se pueden sacrificar para que todo siga funcionando como hasta ahora”. l