El oro blanco recubre de forma espectacular desde el techo al suelo y hasta las paredes de unas peculiares cuevas de sal que abrieron el pasado 1 de marzo en la calle Pedro Asúa, 41. Son las primeras de su categoría en Vitoria y en el norte peninsular y el destino de esta instalación, llamada Salt Room, es el de ser un centro de haloterapia que ofrece beneficios para problemas respiratorios, alérgicos, de piel y de oído, gracias a una cura a base de sal seca, tras haber creado espacios únicos que reproducen el microclima de las minas de sal y el ambiente salino de la playa, con los parámetros de temperatura, ventilación y humedad adecuados, especialmente diseñados para el tratamiento, la relajación y el confort de las personas usuarias, con el fin de mejorar su salud y bienestar.
Muy extendida en Europa
Pero como explica el director de estas instalaciones en Vitoria, Mikel Romeo, aunque se trata de una terapia natural "muy efectiva y novedosa en el Estado", está ya muy extendida en Europa, ya que, por ejemplo, forma parte del sistema de salud ruso desde los años 90 y está reconocida como terapia clínica en Estados Unidos, Canadá, Italia e Inglaterra. "Hasta ahora no había nada parecido en Vitoria ni en el norte de España. Esto viene de las minas de sal de Polonia, cuando descubrieron que los que trabajaban allí nunca se ponían malos. Como máximo, cogían algún catarro", precisa.
En la península, de momento, la franquicia de Salt Room solo se encuentra en Madrid (con media docena de centros) y Malagón (Ciudad Real) y próximamente, en León. "Es algo nuevo en Vitoria, pero aún así la gente está respondiendo. No es una terapia invasiva porque al final es respirar sal. Es muy natural, muy efectiva y avalada por estudios médicos", subraya Romeo que quiere destacar el trabajo "tan bueno" que el estudio Azcoan (Bizenta Mogel, 14) ha realizado en los 100 metros cuadrados de estas instalaciones, "sobre todo, porque lleva un sistema de ventilación muy complejo" y tecnología especial ya que la sal es procesada en micropartículas por los halogeneradores que la dispersan posteriormente en la cueva de forma homogénea y controlada.
De la decoración de sus salas se ha encargado la franquicia y la labor que ello ha conllevado ha sido no menos reseñable: "Sí, ha sido complicado. Han venido desde Polonia a ponerlo y no dejan ver cómo lo hacen con su método, pero son verdaderos profesionales. Me acuerdo que les ayudé a descargar la sal. Eran como unos seis palés", detalla.
Pero además de inhalar micropartículas de sal mineral, también se respira tranquilidad en el ambiente gracias a los iones negativos y a la cromoterapia con la que también trabajan en cada una de sus habitaciones. "Eso ayuda, sobre todo, a combatir el estrés y la ansiedad. Mucha gente me está llamando por estos dos problemas, aparte de los respiratorios. Muchas madres también se están poniendo en contacto por el tema de los niños con muchos mocos, porque, al final, si no expectoras bien te puede producir una otitis o una bronquiolitis".
Las salas
A partir de tres meses de edad se puede acudir. Es por eso que Salt Room tiene una sala específica para los más pequeños de la casa (Child´s room). En ella pueden entrar cuatro txikis, que tienen que entrar con otros tantos adultos. Estos últimos no pagan, aunque también se beneficien de la haloterapia. Tienen que estar 40 minutos y la expulsión de sal está calculada en función del volumen de la cueva. Una sesión cuesta 22 euros. "Después de jugar en ella, los niños descansan mejor. A mi hija, que ha tenido tres otitis en dos meses y medio, la traigo todos los días", resalta.
Y las otras dos habitaciones que hay son para adultos. Una de ellas es la Salt Beach, con tumbonas, que recrea por completo el ambiente salino de la playa. Una sesión dura 50 minutos "y equivale a tres días de playa". Cuesta 27 euros y tiene precios reducidos para jubilados a 15 euros, si van de 11.00 a 13.00 horas.
Y, por último, está la Pink Diamond, con sal rosa del Himalaya, con tumbonas calefactadas, en la que se puede estar solo (36 euros) o en pareja (50 euros) o con un bono regalo, que es una sesión en pareja con cava, bombones y regalo de sal que son 65 euros. Las reservas se pueden hacer por internet (www.saltroomspain.com) o a través del teléfono 620 426 708.