El año pasado se presentaron en el Estado 1.955 denuncias por delitos de odio —un 10% menos que en 2023—, una cifra provisional pero que, en palabras del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, indica situaciones de racismo, xenofobia, ataques por orientación sexual, islamofobia, aporofobia, antisemitismo y otros tipos de discriminación "terribles".
Marlaska ha ofrecido esta cifra durante la presentación del III Plan de Lucha contra los Delitos de Odio y ha señalado que más de 1.800 personas acudieron el año pasado a las comisarías y cuarteles para "buscar amparo frente agresiones que atentan directamente a su dignidad".
"Más de 1.800 personas atacadas solo por ser, por existir", ha subrayado el ministro antes de señalar que aunque la cifra supone un 10 por ciento menos de víctimas que en 2023, "sigue siendo un dato intolerable para una sociedad moderna y avanzada". Decidido a continuar dando batalla a los agresores, el ministro ha querido lanzar un mensaje directo a las víctimas que "todavía sufren el odio en silencio" y les ha dicho: "Denunciad. Estamos para ayudaros. No vamos a dejar que estas agresiones queden impunes".