Las dos emociones de Erik Tajada, jugador del Leioa

La noche del 19 de octubre de 2022 está grabada a fuego en la memoria de Erik Tajada (Santurtzi, 21 de agosto de 2000) y también lo puede estar la tarde del 4 de junio de 2023. Son los dos grandes momentos, las dos grandes emociones, en la corta trayectoria de este joven delantero. El primero acabó en una frustración que le perdurará mientras tenga conciencia, porque ese día el Dinamo de San Juan, el equipo en el que se ha criado, cayó en la fatídica tanda de penaltis en el feudo del Autol riojano en la previa de la Copa y que privó al modesto conjunto santurtziarra de medirse a un equipo de Primera División cuando había merecido la victoria en el verde. “Lo que pasó en Autol fue injusto, ya es agua pasada, pero siempre me quedará marcado como un partido muy especial. Ese partido te hace aprender, de que siempre se puede dar un poco más, de que nunca es suficiente. Fue un palo porque es el equipo de tu vida, en el que has jugado de pequeño, con tus amigos, en el que compites y sobre todo por la gente que fue, tus aitas, tus amigos... verles sufrir es muy duro. Fue pura impotencia por el arbitraje que sufrimos”, rememora el hoy futbolista del Leioa, que el domingo quiere hacer más historia en Gran Canaria, donde el colectivo azulgrana defiende el 2-0 que firmó en la ida en Sarriena ante la UD San Fernando, lo que le permitiría dar el salto de categoría. “Tenemos muchas ganas de jugar el partido, sabemos lo que nos espera y estamos muy motivados por el viaje para poder sacar el mejor resultado que nos dé el ascenso”, expresa Tajada, autor del segundo tanto de su equipo el pasado domingo.

La cita tiene lugar en un pabellón industrial en Asua (Erandio) y una de las numerosas empresas radicadas en ese enclave trabaja desde hace tres años Tajada, que parte de su casa a las siete y media de la mañana y regresa a la misma a las diez de la noche los días que tiene entrenamiento en Sarriena. Por ello, ayer miércoles solo tenía libre entre la una y las dos de la tarde, su hora de comer, para atender a DEIA. “Se hace largo y es un poco duro, pero lo primero (el trabajo) es lo primero. Del fútbol no se vive”, se sincera el delantero, ejemplo de la humildad tanto del barrio donde reside, Mamariga, como del Dinamo, en el que se curtió y donde el curso anterior firmó 13 goles. En el actual sumaba cinco más hasta que a finales de octubre, tras la eliminatoria copera, le llamó Haritz Aranburu, el director deportivo del Leioa. “Fue todo muy rápido. Me dijo que quería contar conmigo, que veía que lo estaba haciendo bien en División de Honor. A raíz de eso, llegamos a un acuerdo y vimos que lo mejor era salir”, subraya el santurtziarra, que carga con naturalidad con el mote de Búfalo que le asignaron en el conjunto morado. “Ya sabemos cómo se las gastan en el Dinamo. Un poquito por Asier Villalibre (el jugador del Athletic), pero sobre todo por el físico, porque lo peleo todo”, agrega el jugador, que se define como “un delantero rudo, fuerte, que voy bien a los espacios, me gusta mantener contacto con los centrales, saltar de cabeza…” y reconoce que en ocasiones le ha traicionado su sangre caliente: “Ya lo dijo el míster, que al fútbol se juega como se vive, y yo soy muy nervioso, muy impulsivo. Cuando veo algo que no me gusta, exagero un poco y hablo un poco de más, pero he intentado mejorar en ello”.

El domingo el Leioa y Erik tienen la oportunidad de convertir al Leioa en el quinto conjunto equipo vizcaino que milite la próxima temporada en Segunda RFEF junto al Bilbao Athletic, descendido; el Gernika y el Arenas, que repiten; y el Barakaldo, que ascendió semanas atrás como campeón del grupo IV de Tercera RFEF. Para ello, el colectivo de Urtzi Arrondo confía en hacer valer el 2-0 de la ida ante un San Fernando que “es un equipo muy duro a primera vista, de mucho choque, es algo pelotero, pero con mucho balón largo”, describe Tajada, que no detecta en el vestuario vértigo alguno a fallar. “El míster nos dice que estemos tranquilos, que salgamos a ganar, y que si salimos con valentía y actitud, el ascenso va a ser nuestro”, consejos que también reiteran los futbolistas veteranos de la plantilla: “Te fijas en ellos, saben manejar este tipo de situaciones porque las han vivido muchas veces. Nos dicen que estemos tranquilos, que disfrutemos y que seguramente sacaremos el objetivo”. Erik marcó en el duelo de Sarriena y espera repetir en Maspalomas, aunque no ha tenido el protagonismo que espera cuando salió del Dinamo. “Igual es por falta de confianza, compites alrededor de jugadores de un nivel muy alto y si no estas al cien por cien, es imposible poder entrar en el once. El fútbol es así, no juegas mucho y haces el gol del ascenso”. Lo lleva en su ADN.