Los avances tecnológicos se van incorporando a los nuevos modelos de coches que comercializan las multinacionales del motor a unos ritmos vertiginosos. La tecnología está revolucionando los sistemas de seguridad, de ayuda a la conducción, de comodidad y confort, y de otras muchas facetas del mundo del automóvil.
Pero pese a esta constante innovación tecnológica los coches siguen teniendo elementos clásicos para incidir en el reforzamiento de la seguridad.
En los coches de hoy en día hay variadas funciones ocultas que tal vez desconozcas y que no sueles emplear por desconocimiento o por despiste.
Las puertas traseras acogen dos de estas funciones sorprendentes y desconocidas que será convenientes que conozcas para que puedas poner en práctica.
La primera de ellas te será de gran utilidad si tienes hijos pequeños y viajas a menudo con ellos en tu coche. Su lugar idóneo es, por supuesto, las plazas traseras y es fundamental que las puertas traseras estén bien cerradas para que vayan seguros y los menores no puedan abrirlas trasteando durante los trayectos.
Para solucionar esto solemos recurrir al bloqueo específico desde los mandos de la puerta del conductor, pero esto es algo que se te puede olvidar en alguna ocasión por la prisa, los nervios o por despiste.
Pero dispones además de otro método manual, permanente y eficaz con el que podrás reforzar la seguridad de los pequeños sin preocuparte de activar ningún otro mecanismo cada vez que se monten en el coche.
En el marco de la puerta, junto a la cerradura, hay un agujero con el símbolo de un candado. Su función es bloquear la puerta, de modo que solo pueda abrirse desde fuera.
Si introduces la llave del coche o un destornillador en dicha ranura girar hasta sentir un clic habrás logrado bloquear la cerradura desde el interior y asegurarte de que no se abre de manera accidental.
Si quieres desactivar este mecanismo de refuerzo de seguridad porque no viajas con menores y para que las puertas se puedan abrir con comodidad desde dentro sólo deberás girar de nuevo el mecanismo en el sentido contrario hasta que oigas el clic.
Otra de las sorprendentes funciones que quizá no conozcas y que está más o menos oculta en la puerta de tu coche está en el gancho de anclaje que se usa para cerrar la puerta.
Es una anilla cuadrada en la que se encaja el mecanismo de cierre de la puerta, tanto delantera como trasera y que las mantiene cerradas con precisión y únicamente permite su apertura si utilizas el tirador interior o la manilla exterior y desbloqueas la cerradura separándose de la anilla.
Esta pieza atornillada al chasis del vehículo se puede utilizar (el las redes sociales hay varios ejemplos prácticos) como un punto de anclaje o apoyo con el que alcanzar mejor el techo de tu coche para y subir o bajar algún bulto de la baca o los arcones de transporte. También para introducir en el interior del coche algún bulto más pesado o engorroso de lo habitual.
Una solución ingeniosa para solucionar problemas de volumen o peso a la hora de cargar el vehículo.