Las empresas de Euskadi y Navarra otean un panorama de crecimiento a tenor de las ampliaciones de capital que han ido inyectando en los últimos meses. Pese a todo, hay datos que reflejan una realidad menos amable, como los datos de disolución de empresas y el difícil acceso a financiación privada en algunos casos. La previsión del tejido empresarial, no obstante, es que la evolución del segundo semestre sea más positiva que la del primero, con financiación más accesible tras la rebaja de tipos de interés y crecimiento del empleo generado.
Esta semana, el INE ha publicado su Estadística de Sociedades Mercantiles correspondiente al último mes de mayo, en el que se refleja que 62 compañías vascas (30 de Bizkaia, 26 de Gipuzkoa y 6 de Álava) aumentaron su capital en un total de 41,7 millones de euros. Es una cifra inferior en alrededor de cinco millones de euros en comparación con el mes previo, así como también en el número de compañías, que en abril fue de 79. Agrupando los datos de los cinco primeros meses del año, se observa que las ampliaciones de capital rondan un volumen cercano a los 610 millones de euros, frente a los 388 millones del mismo período del año 2023. Un crecimiento que se concentra sobre todo en el mes de febrero, puesto que después ha ido declinando, con cifras bastante más bajas.
Las ampliaciones permiten a la empresas obtener fondos adicionales para sufragar sus operaciones, como procesos de expansión, reducción de deudas o cualquier otra necesidad de financiación. En la Comunidad Foral de Navarra, por su parte, a lo largo del pasado mes un total de 20 sociedades mercantiles decidieron elevar su capital social, alcanzando una cifra global de 2,6 millones de euros. Es una cifra inferior en 4,6 millones a lo reportado en el mes previo. En conjunto de los cinco primeros meses de 2024, el aumento de capital social fue cercano a los 70 millones de euros, superior a los alrededor de 55 millones de euros del mismo período de 2023.
De esta manera, en ambos territorios crecen los volúmenes nuevos de capital, que suelen ser el paso previo a la ejecución de nuevas inversiones. Esto demuestra que existe músculo financiero entre las empresas, pero sobre todo que existe confianza en la evolución de la situación general. En sus análisis periódicos, la patronal vasca (Confebask) ha subrayado en varias ocasiones que confía en que la segunda mitad del año se produzca un mejor desempeño económico y empresarial, algo que se espera que faciliten también estas inversiones.
Las inyecciones de nuevo capital llegan en un momento en que el crédito bancario nuevo a las empresas crece, aunque de forma raquítica. Así, según datos de Confebask, el volumen de crédito al sector privado -incluyendo hogares, empresas y autónomos-, creció en Euskadi en el primer trimestre de 2024 un 0,3% respecto al trimestre anterior, tras seis trimestres de caídas. No obstante, comparando con el primer trimestre de 2023, el stock de crédito al sector privado se redujo en el primer trimestre de 2024 un 3,5% interanual, lo que representa 2.106 millones menos que en el primer trimestre de 2023. “El volumen del stock de crédito al sector privado se situó en Euskadi en el primer trimestre de 2024 en niveles similares a los del año 2005”, advierte la organización empresarial en su boletín sobre financiación empresarial de este mes. La bajada de tipos de interés ordenada por el BCE el pasado mes de junio -aunque se sospecha que puede ser la única del año- podría estimular de nuevo el flujo crediticio en los próximos meses. En el conjunto del Estado, el crédito nuevo a las empresas creció en los cinco primeros meses del año un 6,3%, en contraste con el descenso del 7,3% computado en 2023.
Otro dato en el que conviene detenerse es el que tiene que ver con la creación y disolución de empresas. La creación de nuevas empresas en Euskadi bajó un 17,3% en mayo en tasa interanual con un total de 283 sociedades mercantiles constituidas, en un mes en el que las empresas disueltas fueron 82, un 24,8% menos. Se trata de porcentajes peores que los del conjunto del Estado, donde el número de nuevas sociedades creadas disminuyó un 7,3% en tasa interanual, mientras que la disolución de empresas se desplomó un 20,1% en el quinto mes del año. Se trata de dos parámetros que preocupan a las organizaciones empresariales. En la Comunidad Foral de Navarra, según los datos del INE, se crearon 456 sociedades mercantiles en los cinco primeros meses de 2024, por las 421 del mismo período de 2023. Asimismo, se disolvieron 37 hasta el mes de mayo, por las 227 del mismo tramo anual de 2023.
Según los datos de Confebask, la cifra de empresas creció en mayo en Euskadi en mayo en 142 empresas, hasta un total de 57.951. “Se trata, en todo caso, de una cifra inferior a la habitual para dicho mes”, alerta la patronal. En comparación con el número de empresas que había en el mes de mayo del año anterior, hay 114 menos (-0,2%). “Y si comparamos con febrero de 2020 -comienzo de la pandemia-, hoy en día todavía se computan 942 empresas menos”, añade. Desde entonces se han recuperado poco más de la mitad de las empresas perdidas en la pandemia (55%).