Las empresas vascas de material eléctrico y metal aumentan ventas en Arabia Saudí

Más allá del petróleo, Oriente Medio es un auténtico desconocido en Euskadi en el plano económico para la mayoría. En este ámbito hay un mayor conocimiento de Extremo Oriente, más cerca de Europa que lo que indica la distancia por el desarrollo tecnológico de Corea del Sur, Japón y el enorme potencial comercial de China. Los países del Golfo Pérsico llevan años invirtiendo en Occidente, pero el salto que ha dado esta semana Arabia Saudí al convertirse en el primer accionista de Telefónica, a falta de autorización por parte del Gobierno español, ha puesto en primera línea a ese país, más allá de haberse convertido en un polo de atracción para los futbolistas europeos.

Arabia Saudí no figura entre los grandes socios comerciales de las empresas vascas. Sin embargo, las compañías de componentes eléctricos y las siderúrgicas han encontrado allí un mercado de expansión.

Según los datos del Instituto vasco de Estadística, Eustat, en el ranking de países destino del comercio exterior de Euskadi, Japón ocupa con los datos acumulados del primer semestre la posición 25 con 117,9 millones de euros. No muy lejos figura la economía saudita, que con el avance de este año alcanza los 86,5 millones, un 26,2% más que en la primera mitad de 2022. Ganar cuota en una tarta en la que los 25 primeros mercados concentran el 86% de las ventas es complicado, pero Arabia Saudí lo está haciendo a través de sus dos principales líneas de negocio con la CAV. El motivo es el proceso de modernización del país, transformación energética y diversificación de su economía, volcada en el petróleo y que busca nuevos desarrollos industriales.

Para ello, entre otros, son necesarios el acero y el material eléctrico.

En los seis primeros meses del año, empresas vascas han exportado componentes eléctricos por valor de algo más de 40 millones a ese país, con un incremento del 20%. Pero donde más se nota el dinamismo es en la siderurgia, que ha repuntado un 41% hasta los 22 millones.

A continuación, el material de transporte es la tercera partida arancelaria con más impacto en las exportaciones a Arabia Saudí con casi 9 millones y duplica hasta junio los valores del mismo periodo de 2022. Del resto solo destacan el plástico y el caucho con 3,8 millones y los productos químicos (1,6 millones de euros).

Saldo comercial positivo

En cuanto a las importaciones , se centran en un 92% en el crudo de petróleo y alcanzan los 52,8 millones. De modo que el saldo comercial es muy favorable para Euskadi. Todo lo contrario ocurre con el balance del conjunto del Estado. El Icex, dependiente del Ministerio de Industria y Comercio, apunta en su última memoria que las importaciones desde el Estado hasta el país saudí repuntaron un 72% el año pasado “fundamentalmente debido al aumento de los precios del petróleo”.

Las exportaciones también aumentaron de forma importante, un 55%, pero suman 2.965 millones de euros frente a los 5.116 millones de las importaciones. El resultado es un déficit comercial por parte de España de 2.151 millones en 2022. Las principales exportaciones españolas a Arabia fueron productos agroalimentarios y bienes de consumo e industriales, pero también armamento. Las importaciones fueron fundamentalmente petróleo y derivados.

Según el informe del Icex sobre el país saudí, actualizado en julio de este año, los “sectores de interés” para las empresas en el gigante del Golfo Pérsico son los relacionados con la manipulación de fluidos, las energías renovables, el material para el sector eléctrico, el material y maquinaria para la construcción, los productos alimenticios, la maquinaria para la industria alimentaria, el sector turismo y el ocio.

De este modo, el Icex considera prioritarios los sectores Agroalimentario, Bienes de equipo, Materiales de construcción, Defensa, Energías renovables, Gestión, desalinización, depuración, tratamiento y distribución de agua, Recogida y tratamiento de residuos urbanos e Infraestructuras de transporte y Turismo. Básicamente bienes destinados a la transformación del país, cuyas claves se establecen en un plan con la vista puesta en 2030 en un primer bloque. Hay oportunidades por tanto a corto y medio plazo.

Por contra, la entidad del Ministerio de Industria y comercio subraya que “las circunstancias que atraviesan las finanzas del país, el defectuoso esquema de seguridad jurídica existente, las limitaciones objetivas a la inversión extranjera y el trato que se confiere al extranjero respecto del nacional no aconsejan la inversión extranjera en Arabia Saudita”.