Durante los meses de confinamiento debido a la pandemia, allá por 2020, los animales demostraron que cuando el ser humano les deja el camino libre se acercan a las zonas urbanas a recuperar un espacio que seguro que en el pasado fue suyo y les fue arrebatado. Y eso es algo que sucede de forma más habitual en localidades cercanas a su hábitat cuando las calles están casi desiertas, por ejemplo tras una gran nevada.
Es eso precisamente, una buena nevada caída en los últimos días por el temporal que azota a casi toda la península, lo que ha permitido ver unas imágenes poco usuales en lugares dominados por el ser humano. Ha sucedido en la localidad leonesa de Villablino, capital de la comarca de Laciana, un pueblo de algo más de 8.000 habitantes y que llegó a duplicar su población actual hace tres décadas antes del cierre generalizado de las minas, su principal sustento económico.
Situada al norte de la provincia de León, y a 1.015 metros de altitud, la nieve no es un elemento extraño en sus fríos inviernos, y estos días la localidad se ha visto cubierta de blanco. Eso ha permitido captar unas entrañables imágenes. Las ha subido a la red social X (antes conocida como Twitter) Carlos Sobrín (@CGSobrin), que las captó este lunes bien entrada la noche. “La zorra de Nebulossa o la raposa de Llaciana. Sea cual sea, hace un rato estaba jugueteando en la nieve de Villablino”, escribe el periodista, haciendo referencia a la canción que representará a España en Eurovisión (y que ha hecho que ‘zorra’ sea una de las palabras más escuchadas en las últimas semanas) y al término ‘raposa’, muy utilizado en Asturias y León para nombrar a ese animal.
En las imágenes se ve a un ejemplar de zorro, que suele rehuir el contacto con las personas, disfrutando de la nieve ante una calle totalmente vacía. Corre, salta y se revuelca en la nieve con movimientos que recuerdan mucho al de los perros (ambos son de la familia de los cánidos) ante el blanco elemento. Los usuarios de X han disfrutado también de esas imágenes, como reflejan en los comentarios: “Muero de amor”; “¡Ojalá verlos siempre así!, libres y sin miedo”; “Aisss qué maja! Me encanta la palabra ‘raposa’. En euskara se dice ‘luki’. Igual de bonita”; “Se lo está pasando bomba”; “¡Qué espectáculo!“; “¡Qué guapa!”; o “¡Qué disfrutona! Maravilla”, han sido algunos de ellos. También hay quien espera que no se topara con un cazador.