Las exmonjas del Monasterio de Santa Clara de Belorado (Burgos) han abierto oficialmente este martes su nuevo restaurante de clausura en la localidad asturiana de Arriondas, donde han recibido una acogida "increíblemente buena".
Con motivo de su apertura, las monjas excomulgadas han organizado una comida para la prensa -a 15 euros, el precio que tendrá el menú a diario- en la que han ofrecido fabada asturiana, fideuá, codillo, escalopines al cabrales, arroz con leche y frixuelos.
Al término de la comida ha ejercido como portavoz una sonriente Sor Sión quien, entre bromas con los periodistas, ha reconocido que tienen que "seguir practicando" porque acaban de "empezar".
Las exmonjas dedicaron el pasado fin de semana a recibir a pequeños grupos de comensales a modo de "prueba" para ir rodando el nuevo restaurante, un proyecto que nace como una solución temporal a sus problemas económicos mientras se resuelve la demanda de desahucio presentada por el Arzobispado de Burgos.
Una gran acogida
Sor Sión ha agradecido la acogida "increíblemente buena" que han tenido en Arriondas, localidad situada en la zona oriental de Asturias, por parte de vecinos y comerciantes, así como por las personas que ya se han acercado al restaurante para hacer una reserva.
"Acostumbrándose; o mejor, no acostumbrándose", ha respondido a la pregunta de cómo llevan tanta atención mediática, una situación nueva en la que, no obstante, están "sabiendo alcanzar un equilibro" para seguir manteniendo su vida.
El restaurante está situado en el hotel 'Ribera del Chicu, que hace unas semanas alquilaron por 1.600 euros mensuales.
Las exclarisas han dedicado una parte del hotel a su residencia y en la otra han ubicado el restaurante, en cuya cocina estarán las hermanas de clausura, mientras que el comedor será atendido por seglares.
Al negocio se dedicarán principalmente tres exreligiosas, mientras que el resto se quedará en el convento burgalés.
Sobre la demanda de desahucio del Arzobispado de Burgos
Sin perder la sonrisa, Sor Sión ha asegurado que no hay "ninguna novedad" en el litigio por la demanda de desahucio presentada por el Arzobispado de Burgos sobre el convento, si bien ha afirmado que seguirán "defendiendo" la que consideran su propiedad.