Las exmonjas de Belorado preparan con "ilusión" la apertura de su restaurante en Asturias

Actualizado hace 5 minutos

Las exmonjas del Monasterio de Santa Clara de Belorado trabajan con "mucha ilusión" en la próxima apertura de su restaurante en la localidad asturiana de Arriondas, que ofrecerá menús diarios para sus clientes, como una solución temporal a sus problemas económicos mientras se resuelve la demanda de desahucio presentada por el Arzobispado de Burgos.

"Estamos muy bien rodeadas. Hay mucha gente ayudando, apoyando y animando", ha dicho, en declaraciones a los periodistas, sor Myriam, una de las exclarisas que han alquilado el hotel Ribera del Chicu, por 1.600 euros mensuales, y que se convertirá en el primer restaurante de clausura.

El hotel Ribera del Chicu que han alquilado las exmonjas de Belorado. EFE

La exreligiosa ha explicado que una parte del hotel se dedicará a residencia y otra será para ubicar un restaurante, que abrirá en las próximas semanas y que atenderán dos personas contratadas para el servicio.

La idea, ha comentado, es ofrecer de martes a sábados comidas sencillas, con menús formados por dos o tres primeros y segundos platos y el postre, lo que "más ilusión" le hace preparar.

"Un poco de apuro"

Sor Myriam ha admitido que la apertura del local aún le da "un poco de apuro", dado que las exreligiosas no han cocinado "más allá de sus cuatro paredes".

También ha apuntado que la llegada a Asturias fue "providencial", puesto que el anterior inquilino del establecimiento dejó el local y se lo ofrecieron a las exmonjas.

El proyecto se completará con la puesta en marcha de obradores para elaborar sus famosos chocolates y con la compra de un terreno de 7.000 metros cuadrados, próximo al local, que se destinará a la cría y el entrenamiento de perros, para desarrollar proyectos, por ejemplo, de atención a mujeres maltratadas o formación de perros guía.

Mientras tres exreligiosas se encargan del restaurante para poder hacer frente a los gastos económicos, el resto de las exmonjas se quedarán en el convento. "Al final tienes que salir de casa, como cualquier otra persona, para ganarte el pan y ayudar a mantener a la comunidad que queda allí", ha señalado.