Las exportaciones navarras ya han superado la pandemia. Entre enero y mayo de 2022 han rebasado en cerca de un 5% las que se registraron en el mismo periodo de 2019, con un valor de 4.596 millones de euros, el más elevado de la historia. A ello ha contribuido no solo la recuperación del sector exterior: también el alza general de precios se deja sentir en una balanza comercial donde, sin embargo, tienen un peso creciente las importaciones, que también se encuentran en máximos históricos.
Diferentes motivos explican el fuerte incremento de las importaciones, que crecen más de un 30% respecto al año 2019. La subida de precios, acompañada asimismo de una debilidad creciente del euro –en las últimas semanas se mueve en paridad con el dólar pero su descenso comenzó bastante antes– es una de las más relevantes. Se deja sentir, por ejemplo, en las compras de alimentos.
La balanza comercial alimentaria de Navarra es positiva –exporta más de lo que importa– pero entre enero y mayo las compras de alimentos subieron un 22,5% respecto a 2021 hasta rozar los 264 millones de euros. El coste de comprar pescado internacional ha crecido más de un 33% y las compras de carne crecen otro 54%.
No son los alimentos los productos que más importa Navarra. En metal y hierro, por ejemplo, las empresas navarras gastaron 235 millones, un 50% más que el año pasado. Y han crecido a un ritmo similar las adquisiciones de plásticos y abonos, de la mano tanto del alza de las materias primas como del incremento del consumo.
Pero, sin duda, la partida que más aumenta en los cinco primeros meses del año es la de bienes de equipo, con 901 millones de euros, un 43,4% más que el año anterior. Este espectacular incremento responde no solo al alza de precios o a la fluctuación de la moneda: refleja también el dinamismo de las empresas navarras, que están invirtiendo para renovar equipos, ampliar capacidad productiva y mejorar su eficiencia con la esperanza de que la actual crisis inflacionaria resulte pasajera y amaine en 2023
Como siempre, la industria ejerce tracción. Sus compras de maquinaria aumentan más de un 35%, la inversión en telecomunicaciones se cuadruplica en un año y la adquisición de aparatos eléctricos, presentes en casi toda la cadena de manufacturas y en la industria renovable aumenta un 27,6% hasta los 344 millones de euros.
En total, las importaciones de productos alcanzaron los 3.048 millones de euros, un 30% más que el año anterior. Y solo en mayo, último mes del que existen datos completos, aumentaron un 48% hasta los 727,4 millones de euros.
Con todo, la balanza comercial navarra sigue siendo muy positiva, con más de 1.400 millones de euros de saldo favorable que se asienta, sobre todo, en el sector del automóvil. Volkswagen y el resto de fábricas del sector suponen el 42,7% del valor total de las exportaciones navarras. Y en los cinco primeros meses del año aumentaron casi un 21% a pesar de las dificultades para abastecerse de algunos componentes.
Junto a ello, las renovables mantienen su peso en el conjunto de las ventas al exterior. Y la industria agroalimentaria mantiene su pujanza, con un crecimiento del 10% respecto al año pasado y más de 620 millones de euros facturados. Verduras frescas y congeladas, frutas y legumbres suponen casi la mitad de todos los alimentos que vende Navarra al exterior.