El Observatorio para la Convivencia del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz ha concluido recientemente el Estudio sobre la Diversidad Religiosa, diagnóstico con el que se quiere contar con el conocimiento suficiente que permita orientar una política de gestión positiva de la diversidad religiosa en la ciudad. El estudio recoge la relación de entidades religiosas en la ciudad con datos básicos, descripción y tipificación de actividades, personas participantes, interlocuciones. Además, con él se quiere visibilizar el papel de las mujeres en las entidades religiosas. También se quería contar con un análisis de la situación en la ciudad en cuanto al ejercicio de la libertad religiosa, así como posibles discriminaciones que puedan darse por razón de género e identificar diferentes prácticas feministas.
“La libertad religiosa es un derecho humano fundamental y las administraciones públicas estamos obligadas a que la ciudadanía pueda disfrutarlo"
“La libertad religiosa es un derecho humano fundamental y las administraciones públicas estamos obligadas a que la ciudadanía pueda disfrutarlo. Las religiones han tenido y tienen una gran influencia sobre nuestra identidad. Influyen en la manera de percibir el mundo que nos rodea y los valores que aceptamos o rechazamos. A muchas personas que profesan una u otra creencia religiosa también les proporciona una red de apoyo y un sentido de pertenencia”, explica la concejala de Convivencia y Diversidad, Miren Fernández de Landa. En ese sentido, “conscientes de todo ello y del debate que suscita este tema, entendíamos que era fundamental realizar este estudio y que a su vez nos sirva para centrar las reflexiones sobre los derechos individuales y colectivos a la hora de gestionar como sociedad el hecho religioso”.
Según recoge el estudio, primero que se realiza sobre la realidad religiosa en el municipio, en Vitoria-Gasteiz se identifican 11 tradiciones religiosas distribuidas en al menos 91 centros religiosos, 45 excluyendo los centros católicos. Se ha contactado con 35 y entrevistado a 32, el 71% de las entidades identificadas.
Alta organización
Las entidades religiosas de la ciudad cuentan con una alta organización y estructuración. Las interlocuciones son mayoritariamente masculinas y diversas en cuanto a la procedencia. Existe una relación directa entre la procedencia y la confesión religiosa, encontrándose esta realidad muy próxima al fenómeno migratorio, lo que en ocasiones puede hacer que se mezclen y/o confundan ambas cuestiones.
Se distribuyen en toda la trama urbana de la ciudad, pero existe una creciente tendencia a ubicarse en zonas industriales por cuestiones económicas, de discreción y de facilidad en los elementos burocráticos.
La comunidad de creyentes de las diversas confesiones religiosas representa aproximadamente el 2% de la población, sin contar con la confesión católica. Sobre todo son familias de entre 25 y 50 años, con hijas e hijos menores.
Las religiones mayoritarias son patriarcales, construyen y reflejan un modelo social basado en la familia con la división de roles tradicionales.
La presencia de la mujer es muy alta y activa dentro de las diferentes confesiones. Sin embargo, se trata de un rol secundario y complementario, en la gran mayoría de las confesiones.
También en un elevado número de casos las diferentes comunidades religiosas manifiestan la no aceptación de la realidad LGTBI.
Roles tradicionales
Dentro de este rol tradicional, ponen en el centro de las actividades a las y los menores, que consideran mantenedores de la fe e incluso de la cultura y tradiciones de los lugares de origen.
Las entidades religiosas son bastante autónomas, no mantienen relaciones estables u organizadas con otras entidades, son islas dentro de la ciudad y dirigen sus acciones a sus colectivos. No obstante, la mayoría forma parte de federaciones que dan formalidad y vertebran su organización.
De forma mayoritaria, las distintas confesiones consideran que la libertad religiosa está garantizada en el plano formal en nuestra ciudad. No obstante, en la cotidianeidad identifican obstáculos, diferencias de trato y oportunidades entre creencias que ponen en duda esa afirmación.
Son conscientes del gran desconocimiento que la ciudadanía tiene sobre las entidades religiosas, lo que alimenta prejuicios. Sin embargo, no realizan acciones que les ayude en la visibilización. Más bien al contrario, muchos centros están escasamente identificados y ubicados en zonas discretas. Ahora bien, no perciben un rechazo explícito por parte de la ciudadanía de Vitoria-Gasteiz hacia sus comunidades.
En la actualidad se garantiza la realización de enterramientos para las personas de cualquier fe. Por el contrario, hay otros ritos o tradiciones que se ven más limitadas, como puede ser la fiesta del cordero, el año nuevo chino o la pascua ortodoxa. A ese respecto, consideran que es necesaria una mayor flexibilidad administrativa y burocrática para que los espacios públicos puedan albergar la celebración de eventos y festividades de especial significado para las confesiones.