Iñigo Onieva y Tamara Falcó siguen en el ojo del huracán. Él, que escribe su nombre vasco con tilde, un pijo signo de intensidad, parece que nunca ha dejado de poner en práctica sus artes a la hora de ligar. Por ello, y a pesar de que la cuenta atrás para la boda del año ya ha comenzado (será el próximo 8 de julio), todavía le siguen saliendo numerosos flirteos por la noche madrileña. Algo que disgusta a mamá Preysler y al entorno de la marquesa.
Nos lo cuenta en su crónica social de la semana Alberto Guzmán, que también nos habla del próximo estreno de Cristina Tárrega, que dirigirá un programa en el late night de Telecinco.