Dos personas han fallecido debido a las graves inundaciones que están afectando al noroeste de Italia, sobre todo en la región de Emilia-Romaña, y que han provocado numerosos daños y la evacuación de varias localidades.
Un italiano de 80 años falleció al salir a pasear en bicicleta a pesar de que la ruta estaba acordonada por la crecida del río Senio en la localidad de Castel Bolognese, en Rávena, en tanto que otro hombre de 78 años falleció en Fontanelice, en la provincia de Bolonia, después de que su casa se derrumbase por los efectos del mal tiempo.
Su pareja, que se dio por desaparecida al creer que se encontraba con él, fue localizada a salvo en otro lugar.
Además, otras siete personas tuvieron que ser rescatadas al encontrarse atrapadas en sus viviendas por la crecida de un arroyo cerca de la ciudad de Bolonia.
Por el momento han sido evacuados 450 residentes de varias pequeñas localidades que han sido acogidos en pabellones deportivos y otros centros y ahora la situación de riesgo se ha trasladado a Bagnacavallo, donde el río Lamone se ha desbordado.
También el Po, uno de los ríos más importantes del país, ha crecido más de un metro y medio en apenas 24 horas, por lo que se teme que tengan que ser evacuadas hasta 5.000 personas.
El mal tiempo ha provocado la detención del tráfico ferroviario en algunos tramos regionales y también en algunas carreteras provinciales en el área de Bolonia.
"Sigo con mucha atención la evolución de la situación de las últimas horas en Emilia Romaña, tras las abundantes lluvias. Ya he tenido noticias del ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, que me ha asegurado que visitará algunas áreas agrícolas afectadas, mientras que con el jefe de nuestro departamento, Fabrizio Curcio, acordamos que irá a Bolonia de inmediato para hacer un balance de la situación", adelantó el ministro de Protección Civil y Políticas Marinas, Nello Musumeci.
La zona de alerta roja en Emilia-Romaña se ha ampliado hasta mañana, 4 de mayo, a pesar de que el tiempo parece mejorar, pero preocupan las crecidas de los ríos: en particular Idice, Sillaro, Santerno, Senio, Lamone y Montone.