Después de más de 2.800 episodios, 'Amar es para siempre' llega a su fin y deja de ser emitida. El hueco que deja lo ocupará una nueva serie diaria llamada 'Sueños de libertad', protagonizada por Alain Hernández y Natalia Sánchez.
Los actores acudieron este jueves al programa 'El Hormiguero' para promocionar la nueva ficción de Antena 3. Durante el programa comentaron que el primer episodio se emitirá en horario 'prime time' antes de pasar al horario habitual que es en las sobremesas de lunes a viernes.
"Es una grandísima responsabilidad coger el relevo a una serie como 'Amar es para siempre' que lleva tanto tiempo", confesaba Natalia. Mientras que Alain añadía que: "El listón está altísimo".
Rodar una serie que se emite a diario requiere mucho esfuerzo y a su vez roba mucho tiempo a los actores. "Es bastante complicado conciliar. Yo me levanto a las cinco de la mañana, repaso el texto, gestiono todo lo que hay que hacer en el día, me recogen muy temprano, maquillaje, tenemos una media de veinte páginas de texto cada día, de una intensidad interpretativa increíble… Y llegas a casa y tienes que ponerte a estudiar lo del día siguiente", explicaba Natalia Sánchez, quien se hizo popular por 'Los Serrano'.
En el caso de Alain, explicó que se mete mucho en el papel que tiene que interpretar hasta el punto que en la película que rodó con Mario Casas llamada 'El fotógrafo de Mauthausen' llegó a comerse gusanos de verdad para entrar de lleno en el papel. "Leyendo el guion, le dije a Mario que en una de las secuencias iba a comer gusanos de verdad. Y él me dijo: Haz lo que te dé la gana. Y cuando íbamos a rodar, me trajeron unos gusanos de mazapán, pero les pedí que fueran de verdad. Los cambiaron y me comí un par de ellos. Y no saben a nada", comentó.
Por su parte, Natalia destacó varias anécdotas sobre el humor de su madre. "Es de las mujeres más inteligentes que conozco y la más bromista. Se toma la vida con mucho humor, que es la filosofía que creo que hay que tener. De pronto, estás en un restaurante y vienen los camareros cantándote 'Cumpleaños feliz'. ¡Y no es tu cumpleaños!", apuntaba.
Y contaba más anécdotas curiosas. "Cuando venían estudiantes de intercambio que llegaban a casa para conocer las costumbres españolas y convivir con nosotros, el primer día, ellas estaban muy nerviosas, y mi madre nos obligaba a toda la familia a vestirnos de sevillana para que pensaran que así era la típica familia española. Y las pobres chicas alucinaban. Mi madre decía que era una forma de romper el hielo", confesaba riéndose.
Y como todo, a veces se van de las manos las bromas. "En Halloween, nos contó a mis amigas del cole y a mí que se había escapado un loco. Y, de madrugada, se disfrazó con mi hermana, con una capucha negra. Quitaron los plomos y se paseaba por una ventana con una vela. Nos acabamos riendo, pero todos recuerdan a día de hoy la broma".