Originales de Francisco Ibáñez, autor de Mortadelo y Filemón, y de Sappo, heterónimo de Vázquez, responsable de Anacleto, agente secreto; retratos de Quino, autor de Mafalda; un Hulk de Jack Kirby, el dibujante estrella de la época dorada de los superhéroes de Marvel; unas tiras de prensa de El Príncipe Valiente; un Spirit dedicado por Will Eisner, dibujante que asentó las bases de la novela gráfica el siglo XX; e, incluso, dos páginas originales de El eternauta, obra argentina de referencia del noveno arte. Todo ello y mucho más puede verse en la exposición que la Diputación Foral de Gipuzkoa, en la que han colaborado Donostia Kultura y el Zinemaldia, ha dedicado a Luis Gasca, crítico, teórico, ensayista, coleccionista, comisario de exposiciones, guionista y editor donostiarra que como director del Festival de Cine –en 1977 y entre 1981 y 1983– y también como miembro de su comité de dirección– trajo la modernidad al certamen: fue el primero en invitar a Luis Buñuel tras su exilio, fue el que programó las primeras películas de Almodóvar y también abrió el Zinemaldia a la ciencia ficción organizando la première europea de Star Wars en el Victoria Eugenia en 1977 con la presencia de dos de sus protagonistas, los entonces todavía desconocidos Harrison Ford y Carrie Fisher.
Gasca, que falleció en julio del año pasado, engrosó un archivo singular, que no tiene comparación en el mundo, decenas de miles de documentos que en el año 2004 pasaron a manos del Koldo Mitxelena y sobre estos fondos se levantó Komikigunea –durante las obras de la infraestructura cultural se encuentran disponibles para consulta en el Archivo Territorial de Oñati–.
En este tiempo, se han conseguido catalogar hasta 30.000 documentos en los que han buceado los comisarios de la exposición Asier Mensuro y Álvaro Pons, amigos de Gasca y grandes expertos en las expresiones de la cultura pop. El diputado de Cultura, Harkaitz Millán; el director de Donostia Kultura, Jaime Otamendi; el director del Zinemaldia, José Luis Rebordinos; y el propio Mensuro con el que Gasca escribió La pintura en el cómic, acompañados por familiares del fallecido, han presentado este jueves en la casa de cultura de Okendo de Donostia la muestra Luis Gasca, cómic y cine, que podrá visitarse hasta el próximo 8 de noviembre. Mensuro ha animado a las instituciones a seguir profundizando y divulgando la figura de Gasca porque fue un “pionero absoluto” que, además de en el Estado, perteneció a un movimiento a nivel mundial que surgió en los 60 y que reivindicaba “el cómic como arte con todas sus letras” y en el que coincidió con nombres tan relevantes como Umberto Eco, Francis Lacassin o Alain Resnais. En 1965, además, participó en las conversaciones de Bordighera, Italia, que fue el “primer simposio teórico sobre el cómic” en Europa, y que da origen del actual Festival de Lucca, el segundo más grande del mundo. “Cualquiera que ame la cultura popular en cualquiera de sus manifestaciones no puede negar la figura de Gasca”, ha afirmado el comisario.
El director del Zinemaldia, José Luis Rebordinos, por su parte, ha querido reconocer la influencia de Gasca en su amor por los cómics, el cine y el género. De hecho, ha traído a la memoria que su primer contacto con él fue a principios de los 80 cuando la editorial que dirigía, Buru Lan –fundada por él en los 70–, editó cuatro tomos sobre erotismo en el cine que aún conserva como “un gran tesoro”.
Exposición dedicada a Luis Gasca
Las paredes de la sala de exposiciones y las vitrinas están dedicadas a la obra original que Gasca coleccionó, mientras que el panel central de la sala, incluye una línea de tiempo en el que se marcan los puntos más importantes en la vida del donostiarra, así como sus publicaciones más importantes, como El discurso del cómic, Diccionario de Onomatopeyas e Enciclopedia Erótica del Cómic. También se resalta su colaboración con el editor y autor estadounidense de ciencia ficción Forrest J. Ackerman, quien le invitó a escribir en Los Ángeles en sus revistas especializadas tras enamorarse del libro Mujeres fantásticas que Gasca dedicó a las mujeres del cine y el cómic de ciencia ficción, el mismo que le presentó a George Lucas y Steven Spielberg cuando estos eran poco más que unos jóvenes nerds. Este precoz encuentro es el que más tarde favorecería que La Guerra de las Galaxias se estrenase en el Zinemaldia. Como detalle curioso, Mensuro ha marcado el nacimiento de los cuatro hijos de Gasca con caricaturas que el dibujante de Mafalda regaló a cada uno de ellos.
La exposición se abre con una sección dedicada al cómic clásico americano que Gasca recuperó para el Estado a través de Buru Lan. En este caso se trata de originales, muchos de ellos dedicados, de Flash Gordon, El Príncipe Valiente e, incluso, un The Spirit, firmado por Eisner -Gasca fue el primero en editar The Spirit en el Estado-. La muestra incluye, a su vez, obras de Burne Hogarth, conocido por su Tarzán, al que el donostiarra bautizó “el Miguel Ángel del cómic”, apodo con el que sería internacionalmente conocido; también tiras de Rip Kirby y de Terry y los piratas, entre otras.
La muestra continúa con el trabajo de donostiarra al frente de la editorial Pala y su publicación La enciclopedia juvenil Pala, “otra modernidad de la época”. “Veníamos de las enciclopedias vetustas, muy académicas y aburridas. Lo que Luis hizo fue coger a todos los dibujantes que son amigos suyos y trata temas con textos rigurosos pero con una estética moderna y juvenil que luego fue tan imitada”, ha explicado Mensuro.
Asimismo, otra sección de la instalación Luis Gasca. Cómic y cine está dedicada a la revista Cuto (1967-1968), el primer fanzine teórico en el Estado sobre el mundo del cómic que el donostiarra dirigió desde su ciudad. Una vitrina exhibe los tres números que se publicaron y la portada original del primer número pintada por Iván Zulueta, “otro donostiarra inclasificable y de un nivel artístico brutal”.
Originales muy cotizados
Expuestas en Okendo se encuentran piezas muy cotizadas, inexistentes en cualquier otra colección. Es el caso de dos páginas originales de El eternauta, de Héctor Germán Oesterheld y de Francisco Solano López, unas láminas por las que muchos fondos darían la vida. “Cuando al mayor coleccionista del Estado le conté que en esta exposición había dos páginas de El eternauta se removía de envidia porque él no tiene ninguna”, ha reído el comisario.
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Lo mismo ocurre con cuatro páginas dibujadas por Francisco Ibáñez, archiconocido padre de Mortadelo y Filemón. Se trata de viñetas muy buscadas dado que Ibáñez nunca entregaba los originales y debido a que a partir de los 80 tenía un equipo de dibujantes que trabajaban por él, motivo por el cual muchas de las autorías son cuestionadas. ¿Qué ocurre con estas páginas que llegaron a pertenecer a Gasca? Que fueron dibujadas para campañas de publicidad de empresas como Pepsi, Kas o Kina San Clemente, que exigían a los autores que enviasen sus originales a las compañías. “Todo el mundo buscaba los originales de estas publicidades y nadie sabia dónde estaban, hasta que Álvaro Pons y yo nos encontramos cuatro en el archivo de Luis. Si hay coleccionistas de Ibáñez vendrán aquí y se pondrán a rezar”, ha revelado el comisario.
El fondo Luis Gasca
“Luis Gasca conservaba y divulgaba testimonios de la creación más popular, en el mejor sentido de la palabra, de su tiempo. No se limitó a la divulgación, con una clarividencia de visionario, supo legar para el futuro el fruto de su esfuerzo de coleccionista”, ha explicado Millán, que ha recordado que la primera colaboración entre el Koldo Mitxelena y Gasca fue a raíz de una exposición sobre, precisamente, la obra del cineasta Iván Zulueta, otro amigo de Luis: “Su fondo permite hacer un recorrido sistemático entre el cómic y el cine y el cine y el cómic. Luis vio oportuno que su fondo recalara en la tierra que le vio nacer y pasó a formar parte de los fondos del Koldo Mitxelena Kulturunea y se codean con otros fondos como los de Julio Urquijo, Gabriel Celaya o Xabier Lete”