Ernai, la organización juvenil de Sortu, acusó ayer miércoles al colectivo crítico Gazte Koodinadora Sozialista (GKS) de intentar "desgastar" a la izquierda abertzale y de atacar físicamente a sus militantes, tras lo que sostuvo que "la violencia organizada no tiene justificación alguna".
Los militantes de Ernai Ane Alava, Manu Martínez y Txomin Aiartza, firman, en nombre de la organización juvenil, un artículo que publicó ayer miércoles el diario Berria, y en el que responsabilizan de la pelea del pasado sábado en Donostia a GKS, organización a la que acusan de "robar" material del gaztetxe de la Parte Vieja de la capital guipuzcoana y de "atacar de forma organizada al barrio y golpear a los vecinos" el fin de semana.
Ernai añade que los de los últimos días no son "los únicos ataques ocurridos en Euskal Herria" este año por parte de militantes críticos con la línea actual de la izquierda abertzale.
En esa misma línea, los jóvenes de Sortu sostienen que GKS –que se define como un movimiento socialista ajeno a los postulados actuales de EH Bildu– "ha dado el salto a la utilización de la violencia organizada" para someter a las demás corrientes de la izquierda abertzale a sus "particulares aspiraciones políticas".
En Ernai acusan al grupo rebelde de apelar a Sortu y EH Bildu para aprovechar el "foco mediático" que tienen estas organizaciones y extender así el discurso de GKS, al tiempo que tratan de "desgastar" a la izquierda abertzale y su actual estrategia.
"Es inadmisible el uso de la violencia organizada contra el movimiento popular", insisten las juventudes de Sortu, que añaden que "este tipo de comportamientos no tienen cabida en nuestros pueblos y barrios".
GKS es una organización juvenil surgida en febrero de 2019 que se sitúa más a la izquierda que Ernai y lucha por un "Estado vasco socialista", al tiempo que se muestra crítica con la estrategia de EH Bildu y Sortu; en particular, con la estrategia de pactos con el Gobierno español en el Congreso de los Diputados en esta legislatura.
GKS ha dado en los últimos tiempo cuerpo a lo que llama Mugimendu Sozialista (Movimiento Socialista), un conglomerado de siglas críticas con la izquierda abertzale oficial, entre las que figura la histórica Ikasle Abertzaleak.
Esta organización estudiantil era el sindicato en las aulas de la izquierda abertzale durante décadas y se pasó antes de la pandemia a las filas disidentes de la actual estrategia de Sortu y EH Bildu.
En cualquier caso, los de Arnaldo Otegi y Arkaitz Rodriguez no consideran a GKS o a Mugimendu Sozialista como parte del mismo espectro político, tal y como afirmó el pasado martes el parlamentario soberanista Iker Casanova, quien negó la existencia de un conflicto interno, al situar fuera de la izquierda abertzale a los jóvenes que se han enfrentado a Ernai en los últimos días.
Escalada en la tensión. La tensión entre Ernai y GKS ha aumentado en las últimas semanas y el colofón ha sido el choque por el control del material del gaztetxe de la Parte Vieja de Donostia. De esta manera, el pasado fin de semana los que hasta ahora habían sido intercambios verbales y discursivos a través de las redes sociales pasaron a ser físicos, con agresiones denunciadas por las dos corrientes. Ahora, el inicio de las fiestas veraniegas en pueblos y barrios amenaza con recrudecer el conflicto.