Las reservas de agua de los embalses que abastecen a Navarra se han incrementado significativamente con las lluvias de este otoño, especialmente con las caídas en los últimos días. La mejora del nivel de Yesa, que ha atravesado en los últimos tiempos una situación muy precaria, es la más llamativa tras unas semanas lluviosas y las primeras nieves caídas en los Pirineos.
El embalse de Yesa, en el cauce del Aragón, cuyo nivel ha preocupado notablemente en los últimos tiempos, luce un aspecto significativamente mejor que en los últimos meses, con un 77 % de agua embalsada y un incremento del 32 % en tan solo una semana, cuando se encontraba al 44,75 %. Según los datos del informe diario que publica la Confederación Hidrográfica del Ebro, este lunes las reservas de agua se han incrementado casi un 47 % respecto a hace un mes y un 65 % respecto al mismo día del año 2022. Pero la situación de este embalse, el mayor de los que abastecen a Navarra, venía preocupando desde más de un año y las últimas lluvias han hecho que adquiera un vigor que eleva sus reservas un 52,8 % respecto a la media de los últimos cinco años.
Las esperadas precipitaciones también han mejorado la situación del resto de las presas ubicadas en la Comunidad Foral, aunque con aumentos menos espectaculares. Así, Itoiz se encuentra al 51,9 % de su capacidad, un 8 % más que hace un mes, un 15 % superior respecto a hace un año y un 9 % más que la media de los últimos 5 años. Desde la semana pasada y, como suele ser habitual tras el verano, la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona ha dejado de utilizar el agua de este embalse para abastecer a la capital navarra y durante el invierno se activa la traída de agua desde el Manantial de Arteta.
En cuanto al de Eugi, ha visto incrementar sus reservas un 3 % en la última semana, un 32 % en el último año, y se encuentra con un 22 % de agua más que la media de los últimos años con un 78,5 %.
Por último, el embalse de Alloz presenta un 46 % de agua embalsada, un 6 % más que hace un mes, un incremento del 21 % en el último año y una reserva un 18 % superior a la media del último lustro.