La guerra en Oriente Medio desencadenó este sábado nuevas manifestaciones a favor y en contra de Israel y de la causa palestina, entre llamados a que se respete el derecho humanitario tras el fin del ultimátum israelí para evacuar el norte de Gaza.
Cientos de personas se manifestaron en ciudades como Barcelona y Londres en apoyo a los palestinos, entre advertencias de la Policía británica de que quien muestre respaldo al grupo islamista Hamás puede ser arrestado.
Ante el ultimátum de Israel para forzar el éxodo de más de 1,1 millones de personas del norte de la Franja de Gaza, países y organismos árabes mostraron su indignación ante lo que calificaron de "crímenes de guerra" contra los palestinos.
El derecho internacional humanitario
"Grave violación del derecho internacional", denunciaron la Liga Árabe, Egipto, Arabia Saudí, Catar, Jordania y la Organización de la Cooperación Islámica, entre otros.
El ultimátum conlleva además sumir a los más de 2,2 millones de gazatíes al borde de una catástrofe humanitaria "sin precedentes", advirtieron.
El ministro de Exteriores de Arabia Saudí, Faisal bin Farhan, insistió en Riad al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en que es necesario que "Israel respete el derecho internacional humanitario".
El presidente del Parlamento árabe, Adel al Asumi, calificó de "genocidio abierto" las medidas impuestas por Israel, ante el "silencio vergonzoso" de la comunidad internacional.
La relatora especial de Naciones Unidas para los derechos humanos de los palestinos, Francesca Albanesa, dijo que los palestinos están camino de sufrir una "nueva limpieza étnica".
En España, el presidente del Gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez, condenó "con rotundidad y sin ningún tipo de ambages el atentado terrorista de Hamás en Israel y también las muertes de israelíes".
"Con la misma contundencia decimos que Israel tiene derecho a defenderse, pero siempre dentro del derecho internacional humanitario que no avala materialmente la evacuación de palestinos de Gaza tal y como dice Naciones Unidas", añadió.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, advirtió de que la orden para que la población abandone esa zona podría provocar "casi un genocidio".
El canciller alemán, Olaf Scholz, por su parte, reiteró la "completa solidaridad" de Alemania con Israel en una conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu.
El Consejo de Europa, un organismo pro-derechos humanos que integran 46 países europeos, consideró "legítimo" el derecho de Israel a responder los ataques del grupo islamista palestino Hamás, pero pidió "proporcionalidad" en la respuesta, además de "protección" a los civiles de Gaza.
El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, reiteró que el desplazamiento de más de un millón de personas es "peligroso" y "prácticamente imposible".
Borrell dijo a través de la red social X que apoya "plenamente" la advertencia del secretario general de la ONU, António Guterres, de que la petición de Israel "es extremadamente peligrosa y prácticamente imposible".
Desde América Latina
La violencia en Oriente Medio ha encendido también la política latinoamericana y ha abierto una brecha entre el apoyo incondicional a Israel de la derecha y una postura más matizada de la izquierda.
Por un lado, los líderes progresistas de Argentina y Brasil, países que cuentan con las mayores comunidades judías de Latinoamérica.
El presidente argentino Alberto Fernández expresó su "enérgica condena y repudio al brutal ataque terrorista", mientras que el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, además de condenar el ataque, trató de mantener un equilibrio, al reclamar un "corredor humanitario" para llevar ayuda a Gaza.
Una exigencia también apoyada desde Chile por el izquierdista Gabriel Boric.
Más polémico fue el colombiano Gustavo Petro, por no condenar de forma explícita el terrorismo de Hamás y comparar al Gobierno israelí con los nazis.