Bizkaia

Las máquinas centenarias, a pleno rendimiento en La Encartada

"Trabajamos permanentemente con la idea de un museo vivo", señaló la diputada de Euskera, Cultura y Deporte, Lorea Bilbao, que resaltó las cualidades que hacen de La Encartada un conjunto de valor excepcional: "Su antigüedad y sincronía, la integridad del proceso de producción y el estado de conservación" son testimonio de las primeras etapas de la revolución industrial. Hasta el momento se han volcado en una labor de "mantenimiento, pero queremos revivir la fábrica", manifestó Asier Madarieta, en representación de Bizkaikoa, la entidad que aglutina a los museos de responsabilidad foral.

Hombres de Hierro

Aunque antes debieron salvar el dificultoso arreglo del cojinete "del que parte todo el eje principal de la maquinaria". Probablemente original de 1892, "estaba entre la pared y había tenido muy poco mantenimiento", contó el restaurador, Joaquín Marco Sáenz de Orbijana, que lleva veinte años colaborando con La Encartada. Como resultado, "se ha ido desgarrando el material" y para solucionarlo "hemos realizado una intervención que no se veía desde hace sesenta años, en colaboración con trabajadores de Altos Hornos que han aportado sus conocimientos. "Hombres de hierro", llama María José Torrecilla a Tomás Ariza, Juan María Zulueta y Mikel Martínez, que orientaron sobre cómo rellenar el material que faltaba en el cojinete "para que la pieza original resista con mejores prestaciones". Una intervención relevante por su conexión con el resto de la instalación.

"Estuvimos a punto de abandonar", confiesa la técnico, ahora que el éxito de la actuación abre las puertas a volver a confeccionar boinas o bufandas e integrar el proceso en los itinerarios previstos para sábados alternos con reserva previa, en los que participarán también el propio restaurador y personas expertas en las diferentes técnicas de elaboración textil.

25/05/2021