Navarra

Las mejores tortillas de Navarra son de la cafetería Elizalde de Pamplona y La Catedral de Tudela

En la Semana de la Tortilla han participado 26 establecimientos de toda la Comunidad entre el 9 y el 18 de junio
A la izquierda Jorge Elizalde, de la cafetería Elizalde, y la derecha Marcos Milagro, del bar La Catedral de Tudela, con sus tortillas ganadoras.

La cafetería Elizalde de Pamplona tiene la mejor tortilla de patatas tradicional, galardón que obtiene por tercera vez. Así lo ha considerado este miércoles el jurado del concurso de tortillas celebrado con motivo de la 6ª Semana de la Tortilla de Navarra. Por su parte, el bar La Catedral de Tudela se ha impuesto en la categoría de Tortilla 'con' gracias a su tortilla con piparras. Por último, el premio a la mejor tortilla elaborada con producto ecológico de Navarra ha sido para el bar Monasterio. La entrega de premios se ha celebrado en la terraza interior del Restaurante El Colegio.

La tortilla de patata de la cafetería Elizalde de Pamplona. Oskar Montero

Tortilla de piparras del bar La Catedral de Tudela.

En la sexta edición de la Semana de la Tortilla, organizada por la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra en colaboración con Caixa, Heineken, la Cooperativa de Hostelería y CPAEN (Navarra Ecológica), han participado un total de 26 establecimientos de la Comunidad Foral. La cita gastronómica comenzó el 9 de junio y finalizó el pasado domingo 18.

Cafetería Elizalde

Algo tiene la tortilla tradicional de la cafetería Elizalde: se ha impuesto en tres de la seis ediciones de este concurso. “Le pillé el punto y la verdad es que gusta mucho. Tenemos una demanda brutal, cada vez con más clientela fiel de Pamplona y también de turistas. San Nicolás es una calle muy céntrica, muy visitada por los turistas, ven el cartel del premio de años anteriores y se paran a probar”, explica Jorge Elizalde, propietario de una heladería cafetería que abrió sus puertas en 2013. “Es una auténtica gozada que te reconozcan el esfuerzo y el trabajo, porque es duro y cuesta llegar a este nivel, ofrecer un producto así”, dice.

Su tortilla es casi la misma que ya ganó en 2021 y 2018. “Siempre hay matices, cambia el huevo o la patata según la época del año, que viene con más o menos agua. Pero sobre todo es la dedicación y el cariño que se le pone a cada una de las tortillas que vendemos. Se hacen de una en una, todo medido, pesado y controlado”.

La suya, dependiendo del tamaño, lleva entre 22 y 26 huevos y unos dos kilos de patata. Siempre con cebolla. “Se trata de buscarle el punto a cada ingrediente. El sabor semidulce, que es el que busco, le aporta un plus a la tortilla”, defiende. En cuanto al punto de cuajo, ni mucho ni poco. “No es sencillo. Creo que mi tortilla tiene ese punto. A los que les gusta muy hecha la pueden llegar a comer y a los que gusta poco hecha también. No está el huevo crudo pero las tortillas están melosas. Es muy cremosa y muy fácil de comer. Te metes un tenedor a la boca y enseguida te pide otro. Es adictiva”.

La Catedral

Terminado el tiempo de la alcachofa y el espárrago, y con la seguridad de que su tortilla funciona como un tiro en barra, Marco Milagro, propietario y cocinero de La Catedral de Tudela, no tenía dudas. Su tortilla con piparras era de concurso. “No es una apuesta arriesgada porque es piparra y no guindilla. Es una mezcla explosiva súper buena. Y jugosita como la hacemos nosotros es un manjar”, argumenta. “Trabajamos con temporada y nos aprovechamos de lo que nos da la tierra en cada momento. Ya llevamos bastantes años haciendo esta tortilla, y es una gozada”.

Marco incorpora la piparra, bien trozeada, cuando la patata está a medio pochar. Dice que no hay mucho más misterio. “Las tortillas las dejamos reposar 10 minutos con el huevo para que cuaje todo, y luego simplemente es vuelta y vuelta en sartén. Aceite de oliva virgen extra muy bueno, huevo de calidad y ponerle mucho cariño y mimo”. En su gastrobar, la tortilla sale “melosa. Es un punto delicado. Tienes que hacer muchas para cogerle el tiempo, que esté jugosa y que no se rompa”, dice.

Jorge y Marco comparten punto de cuajo, los dos utilizan cebolla y ambos hacen extensible el galardón a su equipo. “Puedes tener la mejor tortilla de Navarra, pero si el camarero no trata bien al cliente dirá que está muy buena, pero no volverá en su vida. La hostelería es un equipo total, los que están cara al público son tan importantes como los que están detrás”, resume Jorge.

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22/06/2023