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Las nuevas tecnologías, presentes en el 68% de los casos de violencia de género en adolescentes

Diana Díaz, Amaya Morlans y Juan Santiago alertan de los riesgos de las nuevas tecnologías en la infancia y la adolescencia: “Hay que acompañar al menor en el mundo digital”
Abrare, moderadora, Juan Santiago, agente de Policía Foral, Diana Díaz, de la Fundación ANAR y Amaya Morlans, de Memorándum Multimedia.

“Hay que acompañar a los menores en el mundo digital. No se les puede regalar un móvil y dejarlos solos, porque los riesgos son muy importantes”. Es el claro mensaje que dejaron este martes los expertos Diana Díaz, Amaya Morlans y Juan Santiago en una mesa redonda celebrada durante la jornada Acompañando a nuestra infancia, organizada por el departamento de Derechos Sociales.

La irrupción de las redes sociales en la vida cotidiana ha fomentado de manera exponencial la violencia entre niños, niñas y adolescentes, siendo el maltrato psicológico, la violencia de género o el ciberbullying algunos de los riesgos más habituales dentro de la esfera digital.

Diana Díaz, directora de ANAR, la fundación creadora del teléfono y chat de ayuda gratuitos dirigidos a niños, niñas y adolescentes (900 202 010/166 111), explicó que en Navarra han recibido 7.317 peticiones de ayuda de menores en 2021. “Casi un tercio de las consultas tienen que ver con problemas psicológicos y han aumentado especialmente las ideaciones de suicidio y las autolesiones. En muchas de estas consultas, entra en juego un mal uso de la tecnología: maltrato psicológico, violencias intrafamiliares, agresiones sexuales, ciberbullying, etcétera”, aseguró.

El 68% de las adolescentes que son víctimas de violencia de género tienen ya influencia de la tecnología en sus casos. Las agresiones sexuales suponen el 10% de las consultas que recibimos y un factor clave es que nuestros hijos e hijas se están educando en la pornografía. Nos da miedo hablar de sexualidad en las casas y eso es muy peligroso, no podemos dejar la educación de nuestros hijos e hijas en manos de la pornografía”, explicó la directora de ANAR.

“Es fundamental la comunicación diaria con los hijos e hijas. Nos da miedo hablar del mundo tecnológico con ellos porque nos parece que no sabemos. Pero no basta con controlar el tiempo de uso, también hay que hacerlo con el contenido. Hay que hablar con ellos de los riesgos e inculcar una cultura de la privacidad. Tenemos que entender que darle un móvil a un niño es peligroso y que tenemos la responsabilidad de acompañar a los hijos en el entorno digital”, remarcó.

Los problemas se cronifican

Por otro lado, Diana Díaz advirtió que las situaciones que sufren se están cronificando. “Los menores llevaban enfrentando su problemática más de un año en el 53,8% de los casos. Estamos hablando de situaciones muy graves porque se cronifican y eso tiene consecuencias emocionales muy serias. La ideación suicida, el intento y las autolesiones han subido exponencialmente. Los intentos de suicidio se han multiplicado por 18 en el último año y las autolesiones, por 56. El año pasado en Navarra hubo 138 casos de enorme gravedad, 486 derivaciones a distintos profesionales y 40 intervenciones de emergencia, 19 de forma conjunta con la Policía Foral”, concluyó.

En la misma línea se expresó Amaya Morlans, consultora de Memorandum Multimedia y experta en tecnología digital, quien señaló que la violencia de género y sexual se intensifica con el uso de las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación). De hecho, manifestó que, a nivel estatal, el 80% de los acosos se realizan a través de Internet, y señaló la escasa educación digital o el acceso a información no adecuada para la edad como algunos de los principales factores de riesgo.

Una legislación “insuficiente”

Por otro lado, criticó que los menores no están suficientemente protegidos por la ley. “No se está legislando lo suficiente. La tecnología va muy por delante de la sociedad en este aspecto y es necesario que los menores tengan una mayor protección jurídica. Hace falta leyes para los centros educativos y trabajar algunos aspectos como el derecho al olvido”, remarcó.

Por último, el agente de la Unidad de Investigación de Delitos Informáticos de la División de Policía Judicial de la Policía Foral, Juan Santiago, subrayó que la propia naturaleza de las redes sociales hace más difícil la investigación y el seguimiento de los delitos llevados a cabo en Internet. “La formación digital se ha convertido en algo indispensable para garantizar la prevención, la actuación y la responsabilidad frente al uso de las redes sociales”, aseguró.

Más riesgo en Secundaria

Además, contó algunas de sus experiencias laborales. “Hemos dado muchas charlas y te encuentras con casos sorprendentes. Por ejemplo, un menor de 9 años ya había quedado el otro día con una persona por las redes sociales. Es una barbaridad. Eso sí, el perfil más habitual de las víctimas es que sean de Secundaria (entre 12 y 15 años), aunque también hay muchos casos en Bachillerato.

“La recomendación es acompañar al menor y, cuanto antes empecemos, mejor. La educación digital empieza en casa, se complementa en la escuela y se materializa en la calle”, concluyó.

16/11/2022