El sexo, a veces, casi puede considerarse un deporte de riesgo. Lesionarse practicando sexo es algo más frecuente de lo que pueda parecer. Los hematomas producidos al caerse de la cama o por golpes contra muebles o paredes son algunas de las lesiones más habituales.
En el fragor de la batalla y llevados por la intensidad y la pasión del momento, es fácil venirse arriba y probar posturas acrobáticas sin medir sus posibles consecuencias: calambres, tirones musculares, esguinces o dislocaciones.
Tanto si eres joven como si ya tienes una edad y no quieres poner el broche de oro a una noche de pasión en Urgencias, presta atención a las lesiones que puedes sufrir practicando sexo para tratar de evitarlas en la medida de lo posible.
1- Golpes y hematomas. No controlar las dimensiones de tu cuerpo o calcular mal los movimientos pueden convertir en trampas los objetos de tu alrededor y dejarte más de un moratón que tardará unos días en desaparecer.
2- Contracturas en la espalda. Los tirones en la espalda son bastante comunes. Posturas incómodas, complicadas o poco habituales pueden causar molestias leves en la espalda que pueden durar varios días.
3- Dolor de mandíbula. Suele ser consecuencia del sexo oral. Lo más común es que no requiera atención médica y quede en una simple molestia pasajera.
4- Raspazos y quemaduras. Pueden producirse en los brazos y en las piernas como consecuencia de la fricción del cuerpo con tejidos como sábanas o alfombras.
5- Fractura de pene. Es una de las lesiones más temidas por los hombres y aunque no es común puede ocurrir. Realmente no se trata de una fractura en sí, ya que el pene no tiene hueso, sino que se produce una rotura de los cuerpos cavernosos. Ocurre durante la penetración debido a movimientos acelerados o bruscos en los que el pene se dobla.
6- Infecciones. La infección más habitual es la cistitis o infección de orina. Sus desagradables síntomas son: ardor al orinar, una necesidad constante de miccionar, presencia de sangre en la orina y dolor permanente en la vejiga. Requiere asistencia médica urgente para evitar males mayores. Los médicos recomiendan orinar siempre antes y después de practicar sexo.
7- Dolor en los genitales. En el caso de la mujer, la dispareunia o coitalgia es un dolor que se siente antes, durante o después de la penetración y se traduce en una irritación vaginal postcoital que en ocasiones puede alargarse con el tiempo provocando un fuerte malestar. En el caso de los hombres, también existe aunque es menos habitual.
8- Lesión en el piramidal. El piramidal es un músculo que va desde el sacro hasta la cabeza del fémur. En el caso de la mujer sufre durante las relaciones sexuales ya que se le obliga a trabajar más de lo común si se mantiene las piernas abiertas durante mucho tiempo.
9- Lesión en los músculos vaginales. El misionero (una de las prácticas sexuales más básicas) es el causante casi una de cada cuatro lesiones sexuales. Esto se debe principalmente a que el hombre puede realizar movimientos bruscos que, unidos a la falta de lubricación, puede dar lugar a pequeños desgarros.