El mal estado de conservación de la carretera que durante décadas sirvió de vía de comunicación principal entre Elgoibar y Azkoitia por el alto de Azkarate es evidente para todos aquellos que transitan por ella.
Desprendimientos y quejas
Lo escarpado de la ladera hacia el valle de Sallobente sobre la que se asienta en el tramo entre Elgoibar y Azkarate se ha cobrado su tributo en forma de corrimientos de tierra que han dado lugar a roturas y a hundimientos de la calzada que convierten la circulación en un reto que obliga a extremar el cuidado al máximo.
Esta situación ha generado no poca quejas, que hace unos meses se tradujeron en una campaña de recogida de firmas por parte de los usuarios de esta vía pidiendo la consolidación del firme y mejoras en la carretera.
Proyecto de estabilización
Afortunadamente, esta situación parece que está cerca de llegar a su fin. El Ayuntamiento de Elgoibar ha dado a conocer que la Diputación Foral de Gipuzkoa ultima la redacción de un proyecto de estabilización de las zonas más deterioradas de la carretera que echará a andar a lo largo de este verano.
“Está previsto que la reparación principal de la carretera quede completada este año, asegurando su uso en condiciones adecuadas. Sin embargo, los trabajos finales de asfaltado de toda la vía se llevarán a cabo entre finales de este año y principios del siguiente, dependiendo de las condiciones meteorológicas”, indicaron desde el Ayuntamiento de Elgoibar.
Puntos problemáticos
En concreto, la Diputación Foral de Gipuzkoa va a actuar en los tres puntos más problemáticos detectados en esta vía.
El primero se corresponde con el punto kilométrico 3+100. En este tramo se llevará a cabo un estudio geotécnico para analizar el estado del terreno, antes de acometer unas obras que tendrán como objeto instalar una pantalla de micropilotes de 50 metros de longitud. Esta solución, según han señalado desde el consistorio elgoibartarra, permitirá reforzar la estabilidad de la calzada y prevenir futuros desprendimientos o hundimientos.
Mejora del drenaje
En el kilómetro 2+100, las obras están enfocadas a la mejora del drenaje con el fin de solventar la pérdida del material de sustentación bajo la carretera que ocasiona el fuerte hundimiento de la calzada que se registra en este punto del vial.
Una vez optimizado el sistema de evacuación de aguas, se procederá a fresar la zona y a aplicar un nuevo firme, asegurando así “una superficie uniforme y resistente” para el tráfico diario.
Refuerzo con vigas
Otro tramo que será objeto de intervención es el situado en el kilómetro 0+570. En esta área se empleará una técnica de estabilización mediante vigas. Se trata de una obra de gran envergadura que requerirá una licitación específica debido a su alto coste y complejidad técnica.
Esta actuación será clave para reforzar la estructura de la carretera y garantizar su durabilidad en el tiempo.
Reparaciones puntuales
Mientras se avanza en la planificación y licitación de estos trabajos, el Ayuntamiento ha realizado labores provisionales de parcheo para tapar los agujeros más críticos y mejorar la seguridad de los usuarios.
Estas medidas temporales han sido implementadas en estrecha colaboración con la Diputación Foral, con el fin de mantener el tránsito de vehículos en el vial hasta la ejecución de las obras definitivas.