Las obras del Palacio del Marqués de Rozalejo en Pamplona para su adecuación como sede del Instituto Navarro de la Memoria avanzan tras la primera fase ya culminada de prospecciones arqueológicas, y mantienen su fecha de finalización en el año 2024, cuando el espacio será "símbolo de las políticas públicas de memoria".
Lo ha dicho el vicepresidente segundo y consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos, José María Aierdi, en declaraciones a los periodistas al inicio de la visita que ha realizado este lunes al edificio junto a las consejeras de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo; Cultura, Rebeca Esnaola; y Economía y Hacienda, Elma Saiz.
Aierdi ha recordado que el Palacio del Marqués de Rozalejo, en desuso desde hace décadas y que en los últimos años fue ocupado como gaztetxe hasta que fue desalojado y tapiado, fue comprado en 2005 por el Gobierno de Navarra, que en 2018 decidió ubicar en él el Instituto Navarro de la Memoria.
Para ello se ha conseguido una ayuda de 1,5 millones de euros del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (Pirep), que se suman a los 8 millones del propio Gobierno de Navarra, "un esfuerzo económico muy importante que nos permitirá financiar el coste de una obra por un importe de 9,5 millones prácticamente y que quedará concluida en 2024".
Sobre su objetivo, Aierdi ha valorado que por un lado obedece a la estrategia del Gobierno de "apostar por los barrios, ciudades y pueblos preexistentes" e intervenir en la trama urbana consolidada, "ubicar dentro de ese espacio con alma y vida propia distintos servicios y la actividad también residencial".
El segundo punto de interés de la intervención es el de ubicar el Centro de la Memoria, "en el que además se van a compaginar servicios que va a ofrecer el Gobierno de Navarra a través de la ubicación de la biblioteca, a la que podrán acceder a esos fondos tanto las asociaciones como las entidades públicas y también locales en los que van a poder desarrollar sus actividades".
Un valor añadido es su ubicación en pleno Camino de Santiago, y "por tanto es un edifico que reúne todos los elementos que recogen la filosofía del nuevo paradigma de intervención en los espacios públicos por parte de las administraciones".