Las obras del túnel bajo la ría, que unirá las orillas de margen derecha e izquierda, las rotondas de Artaza, y Ballonti, ya tienen fecha confirmada de inicio: arrancarán el próximo verano, con el ambicioso objetivo de reducir los atascos, la congestión diaria sufre el puente de Rontegi y en conjunto el Bilbao Metropolitano, ofreciendo esta nueva conexión directa que va a recibir hasta 200 millones de euros de financiación del BEI, Banco Europeo de Inversiones.
Finalmente además, la Diputación Foral de Bizkaia ha confirmado que va a a incorporar el 75% de las alegaciones presentadas por particulares, entidades y administraciones públicas.
El diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales, ha repasado el estado en el que se encuentran los trabajos de redacción del proyecto definitivo y ha anunciado su aprobación para el próximo mes de febrero, lo que permitiría iniciar los trabajos de construcción en el verano de 2024.
"La aprobación final del proyecto se espera para febrero, con lo que el inicio de las obras podría ser una realidad para el verano de 2024. La duración estimada de los trabajos de construcción es de cuatro años, con una inversión de 450 millones de euros, de los cuales 25 millones ya están presupuestados para el próximo año. Además, el Consejo de Administración del Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha autorizado esta misma semana una cofinanciación de hasta 200 millones de euros, respaldando la viabilidad y la solidez del proyecto".
El diputado ha recordado que los últimos tres años y medio se han dedicado a una exhaustiva labor de diseño y planificación de ingeniería en colaboración con Idom, Sener y Euskontrol, enfocándose en aspectos como sondeos geológicos, estudios de impacto y modelización en 3D. Asimismo, esta semana se ha alcanzado otro hito clave con la aprobación de la declaración de impacto ambiental.
Se incorporarán el 75% de las alegaciones
En cuanto a las novedades que pueda incorporar el proyecto definitivo, Pradales ha aclarado que se han recibido un total de 76 alegaciones de 35 alegantes distintos (particulares, entidades y administraciones públicas) que abarcan temas como la seguridad de las personas usuarias, el impacto ambiental, la movilidad, la integración urbanística o la protección acústica y que se incorporarán total o parcialmente el 75% de las mismas al considerar que mejoran el proyecto en su globalidad.
Las preocupaciones de la comunidad, centros escolares y comunidades de vecinos han sido escuchadas y se están tomando medidas para abordarlas, incluyendo un programa de vigilancia ambiental y la revisión del estado de las viviendas afectadas antes de iniciar las obras.