Las ONGD navarras mantuvieron el pulso de la cooperación en 2022 con la implantación de más de 130 proyectos en 60 países diferentes. En concreto, las 47 organizaciones que forman parte de la Coordinadora de ONGD de Navarra han trabajado –de la mano de las organizaciones locales en cada país– en Centroamérica –sobre todo en Guatemala, El Salvador y Haití–, Sudamérica –destacan Perú y Bolivia–, en Asia –principalmente en Palestina e India– y en África –con proyectos en países como R.D. Congo, Mozambique y Camerún–.
Según detalla la Coordinadora, con todos estos proyectos se ha podido llegar a más de 4,1 millones de personas y son fruto del trabajo y la implicación de las instituciones navarras y de todas aquellas personas donantes, colaboradoras y voluntarias. “Destacamos el compromiso de la ciudadanía al marcar la opción de Fines Sociales en su Declaración de la Renta que permite dar continuidad a este trabajo”, señalan.
En su balance de 2022, la Coordinadora de ONGD pone en valor que el año pasado se siguió trabajando en crisis crónicas –como en los campamentos de refugiados saharauis y en otros grandes campos en Kenia, Uganda, Bangladesh, Turquía etc.– a las que se sumó el conflicto de Ucrania, al que también se ha dado respuesta desde la cooperación navarra.
Situación “preocupante”
Sobre la situación actual, la Coordinadora defiende que “mientras no se den los cambios globales necesarios para no dejar a nadie atrás, seguiremos trabajando en defensa de los Derechos Humanos”. “2022 nos deja unos datos altamente preocupantes. Sabemos que nuestro sistema económico no funciona. El 1% más rico del mundo ya posee tanta riqueza como el resto de los habitantes del planeta. Esta riqueza extrema, provoca pobreza, desigualdad, migraciones, conflictos armados…”, denuncia la entidad, que recuerda que en 2022, según los datos de ACNUR, más de 103 millones de personas se encuentran en busca de refugio y asilo.
Tal y como detallan, la realidad que vive la mayoría de las personas del planeta “es muy complicada y se ha agravado por la pandemia, la crisis económica y el cambio climático”. “Siendo conscientes que los cambios estructurales cuelgan de políticas públicas justas, equitativas y redistributivas, las ONGD continuaremos exigiéndolas y mientras tanto continuamos trabajando con las ONGD locales tratando de amortiguar estas desigualdades tan injustas”, sentencian.
Acción contra el Hambre (Moldavia)
Acción contra el Hambre llevó a cabo en 2022 una intervención de emergencia en Moldavia debido al conflicto en Ucrania. Antendió a 14.000 personas refugiadas ucranianas en centros de tránsito, 9.380 mujeres y 4.620 varones, cubriendo sus necesidades de alimentación, abrigo e higiene.
Mundu Bat (Senegal)
El proyecto tiene como objetivo contribuir al ejercicio efectivo de los derechos humanos individuales y colectivos en Senegal, para lo cual se busca promover la ciudadanía responsable y activa en defensa de sus derechos, de la igualdad entre hombres y mujeres y de la democracia.
Attsf (Campamentos de refugiados saharauis)
El proyecto se dirige a fortalecer las capacidades del Centro Logístico Integral, responsable del mantenimiento y reparación de los 80 camiones que prestan los servicios de suministro de agua, alimentos y recogida de basuras para la población refugiada saharaui.
Manos Unidas (El Salvador)
Manos Unidas ha llevado a cabo en 2022 un proyecto en el municipio San Pablo Tacachico (El Salvador) con el objetivo de “fortalecer las capacidades locales para la convivencia comunitaria”. Los principales retos son a nivel alimentario, consiguiendo seguridad alimentaria y promoviendo una agricultura sostenible.
UNRWA (Palestina)
Cooperantes navarros de la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) han trabajado en los campamentos de Jenin y Tulkarem (Cisjordania) para promover el acceso a la atención sanitaria de refugiados. Han prestado servicio en salud materno-infantil y en el tratamiento de enfermedades no transmisibles como diabetes o hipertensión.
Acción Verapaz (Haití)
La ONGD Acción Verapaz ha desarrollado este 2022 un proyecto de apoyo al desarrollo económico de las familias en Jacmel (Haití) . Mediante la adquisición de mulas, el proyecto ha proporcionado a las mujeres campesinas de la localidad un medio de transporte para poder vender con más facilidad sus productos en los mercados municipales.