Las parroquias del Casco Viejo advierten del aumento del empobrecimiento de muchos vecinos de Vitoria

El programa social de las parroquias del Casco Viejo de Vitoria –Berakah– hace memoria de los últimos meses del año 2021. A través de datos y percepciones de los cientos de personas a las que atiende, principalmente de origen africano, latinoamericano y del Este de Europa, por este orden, alerta de un incremento del empobrecimiento de vecinos de Gasteiz desde septiembre.

El número de personas atendidas en este periodo asciende a 1.154 unidades familiares, de las cuales 210 son nuevas, acudiendo por primera vez al centro de acogida de Berakah.

También alerta del incremento de familias con necesidad alimentaria. El comedor Zugaz, con 35 voluntarios al cargo, ha dado 10.221 menús en estos cuatro últimos meses del año, incrementado así su servicio con una media de 35 menús diarios más respecto a la primera mitad del año anterior, pasando de 160 menús por día a 198, aproximadamente.

Además, sube alrededor de un 30% el servicio de ropero, atendiendo a 952 personas con un total de 5.934 prendas entregadas. "Esto demuestra un notable aumento de personas necesitadas en nuestra ciudad, y que hay muchas familias que residen en nuestros barrios, que están teniendo enormes dificultades para encontrar los medios materiales necesarios para sobrevivir con dignidad", advierte Berakah.

En la calle y con niños

Subraya que "los servicios institucionales del Ayuntamiento de Vitoria siguen sin ofrecer prestaciones a familias que tienen menos de seis meses de empadronamiento o que están en periodo de solicitar la Renta de Garantía de Ingresos al Gobierno Vasco, ofreciéndoles únicamente el Banco de Alimentos como propuesta.

"También hemos comprobado cómo familias que llegan a nuestra ciudad no tienen ninguna posibilidad de pernoctar en el albergue municipal, quedándose en la calle con niños, ofreciéndoles en muchos casos una pequeña cantidad de dinero para que se vayan de la ciudad", evidencian desde Berakah.

Al mismo tiempo, pone en valor la constante denuncia pública de estas y otras situaciones que hacen gracias a los círculos de silencio, llevándola a las instituciones y concienciando de ello a los ciudadanos, con una concentración todos los primeros jueves de mes en el centro de la ciudad.

Por otra parte, destaca que el programa 13 Casas, que cumplió en noviembre su primer aniversario, logró que 12 propietarios se animaran a confiar en el papel mediador de la Iglesia para dotar de una vivienda a 12 familias en riesgo de exclusión. "La experiencia está siendo un éxito, pues los propietarios cobran la renta y los inquilinos logran desarrollar su proyecto de vida integrándose en la vida social y laboral de Vitoria". Desde Berakah advierten del gran problema que supone la falta de una oferta sensata en el mercado del alquiler.

Entre los muchos y variados servicios que ofrece la Diócesis mediante Berakah, destacan los Hogares de acogida Belén y Ain Karem, que dan techo actualmente a 44 adultos y 36 niños. El espacio Cafe-calor, donde los usuarios son invitados a merendar en un espacio con calefacción; se han servido en estos cuatro últimos meses del año 3.498 cafés.

También el servicio Garbin txiki, que cubre la limpieza del hogar; el aseo personal y la atención a bebés, ha repartido 162 lotes a 85 familias sin recursos, mientras que el servicio de Almacén mobiliario ha repartido 42 lotes de muebles para familias vulnerables que logran una vivienda y que se encuentra totalmente vacía.

Desayunos y meriendas

Igualmente se ha repartido material escolar para 85 escolares y 215 regalos de Olentzero y Reyes Magos para niños en riesgo de exclusión. Durante estos meses, se dio de desayunar a 45 niños diarios, mientras que por la tarde eran 25 los niños que acudían a los locales para merendar.

Asimismo, el Centro de escucha ha atendido y acompañado a 21 personas.

En total, Berakah lo nutren 281 personas voluntarias que trabajan a diario con las realidades más marginales de la sociedad y que cuentan con el apoyo no sólo de la Iglesia y de donaciones de las parroquias a través de los fieles, sino también de la Fundación Vital y otras empresas que "hacen posible seguir trabajando por llegar a familias necesitadas de Vitoria".