Tener un animal de compañía puede ayudar a las personas menos resistentes a hacer frente al estrés de la vida cotidiana; sin embargo, cuando los dueños consideran que sus animales son más importantes que los amigos de su vida, puede aumentar la sensación de soledad y de infelicidad, según una nueva investigación de la Universidad de Kingston (Reino Unido).
La estudiante de psicología Ece Beren Barklam, que está realizando un doctorado sobre la tenencia de mascotas y las interacciones entre humanos y animales, exploró si tener una mascota estaba relacionado con un mejor bienestar mental durante la pandemia de Covid-19. El estudio tuvo en cuenta las percepciones de los propietarios sobre sus propios niveles de resiliencia y el grado de apego emocional a sus animales.
La investigación, publicada en la revista de relaciones entre humanos y animales 'Anthrozoös', se llevó a cabo mediante dos encuestas a más de 700 personas del Reino Unido y de todo el mundo, una durante las primeras fases de la pandemia, en mayo de 2020, y otra en septiembre de 2021.
En general, el estudio reveló que las mascotas tuvieron un efecto mayormente positivo en la vida de sus dueños durante la pandemia. El aumento de la exposición a sus animales --como sacarlos a pasear o jugar con ellos más a menudo-- se relacionó con una mejor salud mental, y los propietarios que pasaron más tiempo interactuando con sus animales durante este tiempo declararon ser más felices que los que no lo hicieron.
La investigación también analizó el grado de apego emocional de los dueños a sus mascotas. Se descubrió que los vínculos poco saludables estaban relacionados con una peor salud mental, mientras que los vínculos saludables mejoraban el bienestar de las personas con poca resiliencia.
"Se cree que las mascotas son buenas para los humanos. Aunque la investigación apoya en parte esta idea, yo quería saber qué papel desempeñan las características individuales de las personas, como la resiliencia, en la relación entre la tenencia de mascotas y la salud mental positiva o negativa", explica la estudiante de doctorado.
"Cuando el propietario considera que su mascota es más importante que las personas de su vida, el estudio descubrió que estaban más solos, eran más infelices y tenían menos resiliencia. También obtuvieron una puntuación más baja en lo que respecta al bienestar mental general", añade. "Este tipo de apego puede reflejar un vínculo poco saludable, en el que el dueño trata a su mascota como si tuviera motivos y rasgos humanos, lo que podría ser una especie de antropomorfismo", ha advertido.